EL REENCUENTRO 7

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  E-(abrazándola), tienes un padre celoso de sus chicas, unos hermanos locos y una tía aun más loca
C-no lo dirás por mí, verdad papi
E-(riéndose) si tía, por ti
Mientras cenaban la que habló fue Laura sabían que ella había llevado una vida más complicada que la de ellos, pero al parecer no le importaba mucho ya que estaba con su madre, se puso más triste al recordar cuando se tuvo que separar de su madre a los quince años e irse a vivir al internado de monjas. Esteban y Carmela descubrieron también en Laura el cariño que esta le tenía a la familia gracias a su madre.
Después volvieron al salón a seguir hablando Esteban no soltaba a María casi nunca, incluso mientras comían le tenía agarrada una mano.
L-ma, ¿no me dijiste que aquí vivía otra familia?
M-(miró a Esteban), el otro día vine salían de la casa un coche una pareja, y una joven llamada ¿Transito?, me dio que estaban haciendo obras porque se iban a casar
AN-Transito está aquí desde el sábado por la noche, el domingo salí de aquí con Alma y los que nos vamos a casar somos nosotros. Hubo una pequeña confusión, puede que ella al ser recién llegada pensara que la casa iba a ser para mí, ya que papá estuvo fuera el fin de semana
L-¿te vas a casar?, mama puede hacerte las alianzas
EST-es verdad (contentísima) mi mama es la gran diseñadora María Fernández Acuña. Es increíble
H-si, con las de joyas que te has comprado. Y yo a Vivian, (dándole besos a su madre), tenemos a una famosa en la familia
C-bueno, creo que ya es hora de irnos a acostar. Ya han dado la una y media de la madrugada. Ha sido unas horas muy moviditas ¿verdad?
L-¿Dónde nos vamos a quedar?
EST-tu conmigo en mi habitación y papa con mama en la suya.
E-como siempre debió de ser. Mañana te prepararemos la habitación para ti, princesa. Ya no os dejaré salir de aquí
Los chicos y Carmela se despidieron del matrimonio con un beso, dejándolos solos en el salón, el corazón de María iba a mil por hora ¿con cuantas mujeres había estado él?, ¿tendría alguna amante esperándolo?, Esteban la abrazó al sentirla temblar, le besó la comisura de los labios y luego la frente
E-creo que ya es hora de ir de nuevo a nuestra habitación. Te amo María, nunca dejé de hacerlo
M-yo también te amo, siempre lo he hecho y siempre lo haré. Esteban voy a hacerte una pregunta y quiero que me respondas con la verdad. ¿Cuántas mujeres han ocupado mi lugar a tu lado en la cama?
E-(haciendo que lo mirara a los ojos), ninguna, no he estado con ninguna mujer. Intenté hacerlo unas cuantas veces, pero me fue imposible, al besarlas me sentía como si te estuviera siendo infiel aunque pensaba que estabas muerta. La única mujer que ha estado en nuestra cama fue Estrella cuando era niña, solamente cuando había tormenta (le dio un piquito), y tu ¿has estado con otro hombre?
M-no, nunca. No podía hacerlo, cuando un hombre se acercaba a mí para algo más que una amistad o relación de trabajo, me acordaba de ti. De nuestras noches de amor y no podía seguir, estas clavado en mi alma Esteban Sanromán.
E- y tú en la mía, va siendo hora de recuperar los años perdidos.(la besó), ¿estás segura de querer ir arriba conmigo?
M-si, quiero sentirte otra vez. Saber que no es un sueño
Cogidos de la mano subieron las escaleras, María echó una ojeada todo seguía igual. Al entrar a la habitación se quedó quieta con los ojos rayados en lágrimas, excepto el edredón y las cortinas, todo estaba igual que cuando se marchó, incluso el libro del príncipe feliz seguía estando en su mesita de noche, llorosa se abrazó a Esteban
E-hace un mes que cambiamos las cortinas, ya estaban viejas y desteñidas
M-esta todo igual, no has hecho cambios
E-no podía mi amor, tú eras la que tomabas esas decisiones y yo las acataba feliz. Intenté cambiar algunos objetos pero, me era imposible.
Esta vez fue ella quien lo besó, él la abrazó y se entregó aun mas en ese beso, con manos temblorosas de un inexperto le encontró la cremallera dejando caer a sus pies aquel vestido que tanto deseaba que desapareciera. María quedó expuesta ante él, solo con unas braguitas de encaje y sandalias de tacón. Con un suspiro de alegría y desesperación Esteban volvió a abrazarla y besarla, haciendo que ella notara la dura prueba de su excitación, ella le fue intentando desabrochar los botones de la camisa pero sus manos le temblaban que de un fuerte alón le abrió la camisa haciendo que los botones salieran disparados por toda la habitación, al ver el nerviosismo Esteban le sujetó las manos en su pecho peludo y con la otra se desabrochó el pantalón dejándolo caer al suelo, se quedó con los calzoncillos negro a punto de estallar.
Como pudo María se soltó de la mano grande que la tenia sujeta sus manos y fue tocando y acariciando el cuerpo masculino que seguía en forma, al tocar la cinturilla del calzoncillo miró a su marido y mirándole a los ojos le fue bajando hasta las ingles, al volver a mirar aquel miembro que tanto conocía abrió los ojos
M-te ha crecido, ¿verdad?, no, no era tan grande
E-sigue igual (besándola), solo se pone así cuando tú estás conmigo (la llevó a la cama y fue besándole palmo a palmo de su cuerpo), te amo, y esta noche espero que me perdones pero no voy a dejarte dormir
Todo el cuerpo de María estaba a punto para recibirlo, pero él seguía empeñado en jugar con los pezones, mientras una mano jugaba con su sexo a través de la braguita ya humedecida, María no podía hablar, no podía emitir ningún ruido, se arqueaba para que él por fin entrara en ella, él también estaba preparado su punta humedecida le gritaba que lo dejase entrar. Al ver que su marido no quería quitarle el trozo de tela que los separaba, alargó una mano hacia aquel miembro grueso que tanto había echado de menos, al sentir la mano en su pene Esteban mordisqueó el pezón que tenía en ese momento en la boca haciendo que María diera un gemido de placer, ella volvió a arquearse y apretar el duro pene que tenia entre su mano, al cual no abarcaba.
Esteban subió la cabeza para poder besarla a placer mientras sus cuatro manos tocaban y acariciaban el cuerpo del ser amado, sin separar los labios de los de ella, rompió la braga y ambos gruñeron. Se acomodó sobre ella mirándose a los ojos y lentamente entró en ella, como una primera vez. Él intentó controlarse pero al sentirse de nuevo dentro de ella, el control se fue a paseo galopándola fieramente, mientras que ella le instaba a seguir haciéndolo así. Con un grito de liberación ambos llegaron al orgasmo. Sin salir de ella la colocó sobre él para que esta vez fuera ella quien tomara las riendas de la pasión.
Bajaron al comedor pasada las nueve del día, cansados pero felices. Como le había prometido Esteban no habían dormido nada, María se preguntaba si era normal la cantidad de semen que Esteban le entregaba cada vez que hacían el amor, en vez de disminuir aumentaban.
Si no hubiese sido ya tan tarde para ellos, pensó que hasta podría haber quedado embarazada de octillizos, y él feliz por sus logros. Durante casi tres horas y media no había salido de ella, solo se separó cuando María tuvo que ir al baño, pero luego. Luego le hizo el amor delicadamente, esa vez ambos lloraron al sentir su orgasmo al sentirse de nuevo juntos.
Los chicos y Carmela acababan de sentarse en la mesa para empezar a desayunar, Laura supo quienes eran los verdaderos de Ángel ya que Estrella se lo dijo mientras hablaban acostada en la cama. Pero lo quería como a otro hermano mas, ella pensaba que era hijo de sus padres pero no le importó que no fuese así.
H-buenos días parejita, ¿Qué tal la noche?, ¿Qué tal ese reencuentro?
E-no creo que eso sea de vuestra incumbencia, pero muy bueno
AN-¿solo muy bueno?, venga ya papi, no me creo eso de muy bueno, mejor di maravillosa noche
E-hijos.
EST-estamos en marzo, (dando palmaditas), puede que tengamos otro hermanito para navidades
M-¡Estrella!
E-¿no les molestaría tener otro hermano? (mirando a María), otro pequeño
L-siempre y cuando sea hermana y no hermano, es broma. Pues sí, un bebe al que malcriar, y jugar
M-ya estoy mayor para tener un hijo
C-que va chula, se vio en las noticias una mujer de cuarenta y ocho años, que tuvo una niña. Y sin hacerse nada
H-(conteniendo la risa), bueno tía, algo tuvo que hacer para embarazarse
AN-acuérdate del espíritu santo hermano
Todos se rieron al ver la cara roja de vergüenza de Carmela, pero aun María no sabía dónde estaba Alba. Los cuatros chicos se fueron a dar una vuelta, dejando solo a sus y Carmela
C-oye chula, ¿Cómo es que saliste de la cárcel?
M-un buen abogado consiguió un indulto, y como tenia buen comportamiento. Además encontraron muchas irregularidades cuando Demetrio me defendió. El caso está de nuevo abierto
E-si Demetrio no te defendió bien, se las verá conmigo. Ese. (Apretó las manos), no puedo creer que nos engañaran, pero veo que es muy versátil como un camaleón, cambia de color según sus propios intereses
M-por cierto ¿Dónde está Alba?
C-se fue, mejor dicho Estebancito la echó
M-¿Por qué?, ¿Qué hizo esa mala mujer?
E-a parte de prohibir a Ángel que se casara con Alma. Me estuvo chantajeando junto con Demetrio
M-¿chantajeando?, ¿con que?
E-(trago saliva), mentí a nuestros hijos María
M-no comprendo. Me estas asustando Esteban
C-mejor me voy.(nerviosa) Iré, iré a dar un paseo
M-bien Esteban. Quiero toda la verdad
E-al llegar de Aruba tras reconocer tu cuerpo, me derrumbé (ojos llorosos), los niños eran chicos. Lo que quiero decirte es que Alba me convenció para poner el retrato de otra mujer y otro nombre para que ellos no supieran que estuviste en la cárcel
M-(llorando), ¿Qué hiciste qué?, (alejándose de él), ¿Cómo pudiste hacerlo?, eso quiere decir que no me creías cuando ibas a la cárcel, ¿verdad?, pensabas y piensas que maté a Patricia
E-no, (desesperado), yo creo en ti, iba a ir con un buen abogado para revisar el caso cuando pasó lo de la reyerta. Creo en ti María, se que tu no podías matar a nadie, y te lo demostré cada vez que iba a verte a la cárcel. Ahí encargamos a Laura
M-no mezcles los temas, no mezcles la verdad con el sexo ¿Cuándo le dijiste la verdad a los chicos?
E-hace muy poco tiempo, cuando empezaron a chantajearme. Sé que hice mal en mentirles, pero era lo único que creí que hacia bien
M-yo le hablaba a Laura de su padre, de su fuerte y atractivo padre, del hombre que siempre decía la verdad por muy dolorosa que fuera. (se alejó de él otra vez), eso quiere decir que yo también le engañé a nuestra hija, es mas tu también me engañaste.
E-¿María.
M-si, si yo hubiera sabido esto anoche no hubiese estado de nuevo contigo. ¿Qué quieres Esteban?, pasé casi veinte años en la cárcel, creí que toda mi familia había muerto por mi culpa, si Esteban me culpé de vuestra culpa por ir a verme. Y ahora descubro que mi marido mintió. Que me olvidó e hizo que mis hijos me olvidaran. No me lo puedo creer, pero eres igual que Alba
E-(lloroso) María, por favor.
M-no Esteban. Me voy  

CONTINUARA 

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