Goretti
12:30 AM
Tic-Toc, Tic-Toc, las manecillas de el reloj sonaban al son de los latidos, el tiempo pasaba y el riesgo era más fuerte, ¿Cómo puede ser posible que llegue hasta aquí? ¿En que jodido momento? ¿porque?.
El claxon sonó indicándome que el taxi había llegado, mi madre me tomo por los hombros dándome un ligero pero confortador abrazo lleno de un "Lo siento" y un "Tranquila que todo estará bien" susurrando me un "Ya no estarán ellos".
Las lágrimas amenazaban con salir una por una, los recuerdos me inundaban conforme me acercaba a la salida de la casa en donde fui feliz en su mejor momento, antes de todo, antes de que entrarán ellos a mi vida, no olvidaré el mueble que se posa a un costado de la sala, si, ese que tiene un pequeño rayón en la parte superior izquierda en donde me ocultaba siempre que jugaba con mi padre a el escondite, o esa gran puerta del sótano con ese irritante chillido que daba cuando se abría oh cerraba, pero nunca olvidaré ese despacho en donde solía sentarme con papá y hablar sobre los cuentos de hadas y princesas, donde con mi hermano mayor nos poníamos a jugar al príncipe y princesa, ese absurdo y Estúpido juego de niños tontos, donde la princesa es encerrada en lo más alto de la torre por la horrible y mala madrastra y el príncipe va al rescate de ella y con el primer beso de amor serán felices por siempre, puro bla bla bla, malditos cuentos de hadas, sólo te disfrazan la vida por un corto plazo, pero con el paso de la vida y me refiero a la entrada de la maldita adolescencia se ve la dura y cruel realidad de la "Feliz vida", al menos para mi así es, pero; yo me imaginaba una adolescencia diferente, donde podría tener amigos locos, alcohol, fiestas, y un novio perfecto, la única verdad que existe en los cuentos de hadas es la maldad de la que estamos rodeados, lo frío que puede llegar a ser una persona con tal de ganar u obtener lo que desea, destruyendo todo a su pasó y destruyendo a cada persona que se cruza en su camino.
-Ya tengo que irme.- Me dije a mi misma.
-Las cosas se encuentran en la mudanza, todo está ahí, menos lo más importante; eso lo encuentras en las cajas que subí al taxi hermana.- Me dijo mi hermano mayor Jaden, cuanto quería a ese tonto.
El era tan hermoso, y no lo digo por que sea mi hermano oh por que sea una Maldita pervertida, lo digo por que tiene una hermosura por dentro, es el chico que toda mujer quiere, atento, guapo, dulce, respetuoso, pervertido, romántico, bueno hay un sin fin de cualidades en este hombre.Creo que ah el es el que le va a doler más mi partida, por que no somos los típicos Hermanos que se odian sin razón alguna, el es mi mejor amigo, mi confidente, mi protector, mi guardaespaldas, mi hermano mayor, el segundo amor de vida.
-Ven aquí enana.- me tomo dándome un gran abrazo, de esos que rellenan de Felicidad en los momentos más tristes, de esos que no se necesitan palabras para decir cuánto es que te aman.
-Pensé que era broma cuando decías que te irías de la casa.- Me sonrió con lágrimas en los ojos.
-Yo también.- Le dije, soltándonos a reír y llorar cómo dos niños que perdieron su dulce.
-Quiero que te cuides de cualquier peligro, quiero que me llames a cualquier hora del día si necesitas algo, quiero que grites como solo tú sabes hacerlo, pero antes de eso quiero que me llames y yo iré sin importar que me encuentre al otro lado del mundo, también quiero que te tapes en las noches, ya vez que eres muy friolenta y por eso de tu pasada bronquitis ¿No queremos una recaída verdad? ¡No! Claro que no por que ¿Te imaginas? Tendría que ir a cuidarte oh mejor aún tendrías que regresar a casa...y oye si...si te enfermas muy mal tendrías que venir para que te cuidemos y...
-Basta Jaden, no seas dramático.- dijo mi madre.- Parece que la madre eres tú, y eso me corresponde a mi decir. Me sonrió y camino hacia mí indicándome que seguiría ella de dramática.
-¡No! Por favor ya no más
Dramatismo.- dije.- solo despídanse yo se arreglármelas sola.-Enana solo quiero que estés bien.- Me abrazo mi hermano.
-Lo estoy y lo estaré Jay, tranquilo confía en mí.
-Esta bien, pero que no se te olvide lo que te acabo de decir es verdad, llámame a la hora que sea, el día que sea, cuando me necesites.
Hablo en serio Goretti.- me dijo Jaden un poco serio.-Tu no te preocupes por mi Jay, que yo estaré bien.- Dije para que se tranquilizara un poco por lo menos.
-Cuídate pequeña.- dijo mi padre
-Esta bien, cuídense mucho papá.- lo abraze y le susurra un "Te quiero"
Con esas despedidas bastó para que mis lágrimas salieran, pero, a pesar de eso no pensaba cambiar mi opinión, así que subí al taxi haciendo un ademán de adiós con mi mano, le dije la dirección y partimos repitiéndome varias veces "No mires atrás".
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No Digas Nada
Teen Fiction-Goretti Dijo con su voz fría por tercera vez en el día, al parecer seguirá insistiendo. -Largo de aquí icker, ya te dije que no, llevas varios días insistiendo ¿No te cansas?.- dije de la misma manera que el. -¿No me dirás? -Largo de aquí.-grit...