La noche empezaba a ponerse fría,las estrellas resplandecían de una forma hermosa,un gran espectáculo,pero para él solo fueron un espectáculo de luces baratas.Un triste reflejo de su alma.
Por que,tan pronto como él sol saliera,las estrellas desaparecerían y nadie recordaría él hermoso espectáculo que las estrellas ofrecieron.
Al igual que él.
-No soy un inútil-murmuraba él chico dejando que las lágrimas cayeran por su rostro,dejando que todo lo acumulado saliese de él.
Tantas culpas innecesarias,tantos insultos,recuerdos y gritos le atormentaban,se repetían como cintas en su cabeza,no lo dejaban dormir,no lo dejaban vivir,no lo dejaban ser feliz.Llevó sus manos a su cabello tirando de este con fuerza mientras daba un grito en él medio de la ciudad,uno acompañado de lágrimas que nadie secaría.
Corrió sin rumbo por la ciudad,sus piernas suplicaban que se detuviese,pero este ignoraba y solo continuaba corriendo con lágrimas en sus ojos.Ultimamente los pensamientos que tenia eran mas tristes de lo normal.En cualquier momento sentía que podía quebrarse,y así fue,no lo soporto más,en cuanto fue consciente de lo asquerosa que era su vida.
Comenzó a llorar en su habitación,golpeo la pared mientras maldecía,su pareja entro a la habitación mirándolo sorprendida.
-¡Marshall!¿Qué demonios te pasa?
Él no podía responder,la ira y dolor no se lo permitía.
Hizo a un lado a su pareja,tomo su suéter y salio sin dar explicaciones.
Ahora se encontraba en él centro de la ciudad,todo estaba solo,al igual que él,camino a una de las bancas sentándose en esta cabizbajo,jugaba con sus manos,parecía un niño recién regañado,pero la realidad era que,era un adolescente lo suficientemente dañado,con ilusiones rotas y sueños rotos.
Después de todo,todos aprendemos a matar nuestros sueños.
Y aunque él no era el sueño de nadie,iba a morir.
Saco de su pantalón un arma,un solo tiro,una sola vida con la cual acabar.
Sus manos temblaban,sus lágrimas ardían y su corazón dolía.Sollozo poniendo la punta del arma en su frente,murmurando cosas para si mismo.
-P-perdón Charlotte...L-lo lamento...-murmuraba llevando su dedo índice al gatillo del arma-¡Maldición!
Apretó él gatillo.
Un ruido ensordecedor...que pronto dejo de escuchar.
Quizá,ahora estaría mejor.
Aunque nunca lo sabremos.
