Yo corría. Pero él.
Él estaba por todas partes.
En cada espejo, mirándome desde las ventanas y detrás de cada puerta.
Sabía que correr era inútil.
Él tan solo se reclinaría relajadamente en los marcos de las puertas, o en los bordes de los espejos, para mirarme con una expresión divertida.
Abrí los ojos de repente.
Entre lágrimas me arrojé en los brazos protectores de quién me preguntaba qué me pasaba.
-Él, él estaba en todos lados. -
¿Quién es él?
Miré a quién me abrazaba.
Y me encontré con él.

ESTÁS LEYENDO
Creepypastas.
HorrorCreepypastas... a todo mundo le gustan las creepypastas por el hecho de que dan miedo. Bueno, aquí subiré varias creepypastas [sacadas de internet, obviamente porque soy un asco para escribir cosas que den miedo.] Y bueno, si tú eres un amante de lo...