Un joven bajo el amor.

El espíritu del cuerpo.

El estaba en una cabaña sentado, esperando el amor, ese amor imperfecto parte de mi.
Estaba angustiado el tiempo pasa y me acaba cada vez más, no podré soportarlo, seguir así en este cuarto oscuro y vacío sin nadie solo a la espera de alguien.
Aquel amor el cual yo me imagino quiero que sea perfecto para mi aún que se que nada es perfecto ni la perfección porque al no tener una definición perfecta entre todos mis pensamientos no es perfecto.

Aquel amor el cual de niños, jóvenes y adultos imaginamos solo llega sin razón, aveces lo vemos, pero algunas no y así es como se va el amor, el amor no es perfecto y para esa persona tu tienes un significado especial aún que no lo vemos.

Es cosa de humanos errar y darse cuenta hasta el final, pero eso te da una enseñanza o aveces no.

Un día cualquiera revise un sótano que encontre debajo de la cabaña, era un cuarto muy viejo, polveado con ojos en sus maderas que te observaban en donde sea que estuvieras, parecía que no había sido explorado en mucho tiempo.

En ese sótano en contre un bordón y libros polveados, con telarañas y algo maltratados.

Decidí leer esos libros pero no entendía mucho pues los libros eran muy complicados de entender.

En ese sótano también encontré una ventana, la primera que veía en 2 años de nieve que cubrían un cuarto con una sola puerta y un sótano oculto.

Cuando encontre esa ventana fue una gran sorpresa porque el sótano es subterráneo y lo único que podía observar era tierra detrás de una ventana.

Habían pasado días, meses, e incluso años después de que encontre el sótano, comencé a olvidar el tiempo, no importaba ya nada, más que esperarar el amor y lo único que me ayudaba a poder ver eran unas velas que encontré en un cajón de la cabaña, era lo único que alumbraba y me permitía sentir que fuera de día o de noche cuando no lo fuera.