Lucho

4 1 0
                                    

Hay un encanto en ti, algo tan puro y natural, innato, que tal vez nadie o pocas personas han de hacerme sentir tan perdido entre las señales, tienes una personalidad tan envolvente y reconfortante que me hace sentir como si nada además de nuestra conversación tuviese sentído alguno, como si el resto del mundo hubiese sido pura mierda desde que te conocí, como si hubiese una vida después de conocerte y con tu paciencia al escribirme un texto cada día sabiendo que algún día esa conversación tendría que acabar, tan optimista y siempre esperando que la vida te diera lo mejor que tenía y lo hacía, te lo merecías por ser la mejor persona entre miles o quizás millones, que pude conocer, una excepción entre la decadencia humana, tanto así que podría compararte con la belleza del surrealismo y del arte abstracto, tan loco y tan complicado de entender que solo unos pocos descubrírian tu esencia, podría pasarme la vida comparando el arte con la sinfonía de tu cabello y el estruendoso sonido del mar, quisiera decirte más cosas pero el destino de ésta carta no es tan alentador como hubieses querido pero al menos estará contigo para decirte lo mucho que te amo, lo mucho que quisiera estar a tu lado y lo indiscutible que será extrañarte, gracias por haber existido aquí conmigo y ahora por quedarte en mi cabeza y darme inspiración desde el otro plano, ahora espero disfrutes tu descanso eterno fuera de esta vida vacía y carente de sentído.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 25, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cartas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora