c a p í t u l o ú n i c o

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Las cosas no podían ir peor. Iban de mal en peor. Peor que peor. ¿Existía alguna palabra peor que peor? Mal, fatídico, horrible. Así es como estaba. Jimin estaba somnoliento, cansado y frustrado, y eso era poco para todo lo mal que se sentía. 

Sus mejores amigos, Hoseok y Taehyung, le habían prácticamente obligado a ir de fiesta con él, cosa que le hacía sentir algo incómodo. Quería irse a su casa, pero prefería satisfacer la necesidad de fiesta que sus amigos tenían. Podía fingir, aunque solo fuese por una noche, aunque solo fuese por un par de horas.

Aquella tarde se inauguraba la feria de Seúl. Una semana completa en la que el alcohol, las casetas medievales y la feria con atracciones sería lo que predominase.

Jimin siempre había sido un chico hogareño, siempre había preferido quedarse en casa antes que salir de fiesta. Sus amigos, lo solían catalogar de ''soso, amargado y aburrido'', pero el pequeño peli-rosa quería demostrarles que él también podía ser igual de divertido que ellos.

Los tres emprendieron su camino hacia la feria. Taehyung, por su parte, le había prometido a Jimin que no habría drogas, que no beberían alcohol. Jimin, suspiró aliviado, retirando los mechones de pelo de su frente, aunque sabía que en el fondo lo acabarían haciendo.

Sus pasos avanzaban hacia las atracciones, mientras que el sol se iba ocultando a sus espaldas. No les convenía ir a la feria si no era de noche ya que, normalmente, la fiesta y la diversión empezaban a medianoche. Jimin, como un muchacho mandado, no se negó.

Hoseok, eventualmente, se paraba a las pequeñas tiendas de madera. Eran pequeños puestos donde se vendían productos hechos a mano. Hoseok no trataba de ocultar su ilusión al ver ese montón de collares, pulseras y peluches en venta, cual niño pequeño.

No pudo evitar comprar tres collares de palmeras para él y sus mejores amigos, con una sonrisa bien amplia, como siempre. Hoseok colocó los respectivos colgantes en sus cuellos y, ellos, lo aceptaron satisfechos. Taehyung le devolvió una sonrisa sincera, dando a entender que aquello era un amuleto para reforzar la amistad de los tres.

—¡Ahora somos el trío dinámico! - Taehyung alzó la voz - ¡Ya nada podrá pararnos!

—¡Las supernenas! - Jimin se sumó al coro, levantando un brazo. Pero lo bajó después de recibir miradas por parte de sus amigos - bueno, supernenes.

Tras una buena caminata, el sol se había ido definitivamente. La fría noche había hecho acto de presencia, acompañada de un aire gélido que llegó a los miembros de Jimin y los hizo estremecer. Este se abrazó a sí mismo del puro frío y sus dientes claqueaban al compás de la música ferial.  Hoseok dio un golpe imperceptible a Taehyung, haciendo que ambos se girasen a mirar al más pequeño.

—Te ves tierno, Jiminnie. - musitó Taehyung soltando una sonrisa -

—¡Yah! ¿Cuánto queda para llegar, hyung? - Jimin dejó de abrazarse a sí mismo para toquetear el hombro de Taehyung varias veces.

—¡No seas impaciente! - carcajeó Hoseok - Ya se pueden divisar las luces de la feria por ahí, ahora tomaremos algo y después iremos a los coches de choque. A nuestra edad, es lo más divertido de la feria. El resto son atracciones de niños pequeños - señaló al lugar en cuestión.

  ❀ ❀ 

En apenas 5 minutos después de la conversación, llegaron al fin a los coches de choque. Jimin sentó su trasero en las sillas metálicas que rodeaban la atracción mientras soltaba un gemido leve del cansancio. Apenas tuvo tiempo para mirar hacia los lados, y sus amigos ya no estaban ahí. Tal y como habían dicho, habían ido a por algo de beber, rompiendo la promesa que acababan de hacer recientemente.

bumper cars ; jikook oneshot ❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora