Capitulo 9

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Tenía que avisarles de algún modo, tenía que llegar a casa, tenía que decírselo pero ¿Cómo?

Intente moverme, mal hecho la rama crujió un poco, al instante el vampiro miro hacia arriba y me miro directamente a los ojos. Mierda, supongo que era hora de actuar y poner en practica todos los entrenamientos y clases de defensa personal que he recibido.

EL vampiro en cuestión pego un salto gigantesco hacia mí y yo decidí saltar también, lo que resulto en un choque entre ambos y que terminásemos en el suelo. Según caímos, me agarro de ambos brazos clavándome sus largas uñas (los vampiros en su forma real tienen uñas largas pero no demasiado y colmillos), pero grave error ya que me había dejado las manos libre. Decidí que lo mejor era matarle rápido asique cogí su cabeza y le partí el cuello rápidamente. No está segura si le había conseguido matar pero al menos tardaría en recuperarse. Tendría que preguntar a mis primos los métodos de matar a un vampiro. Aun que el oír el crujir de su cuello casi me provoca una arcada mientras un escalofrío me había recorrido el cuerpo

Me levante corriendo del suelo y corrí hasta casa, sentía que varios pies me seguían, justo en la linde del bosque alguien me ataco por detrás haciéndome caer rodando al suelo. Me di la vuelta mientras el otro me cogía y me inmovilizaba poniendo mis manos por encima de mi cabeza, en ese momento grite, grite con todas mis fuerzas y lo más agudo posible, nunca subestimes el grito de una chica. El grito era lo único que se me ocurría para avisar a mis primos, yo tenía una voz bastante potente, siempre me decían que hablaba demasiado alto y gritaba demasiado y en la vida había estado afónica.

El grito hizo que el vampiro diese un mini saltito encima de mí por lo que pude atraer mis piernas hacia mi pecho y propinar una gran patada al vampiro en el estómago, haciendo que volase hacia atrás hasta chocarse en un árbol.

Cuando mire alrededor vi que delante mío se encontraban unos 30 vampiros, ¿Qué hacía yo ahora?

Intente avanzar hacia detrás poco a poco

"JAJAJAJA" Sonó detrás de mis espaldas. Esa risa mando escalofríos por todo mi cuerpo, era una risa que conocía demasiado bien, esa risa era maligna, horrorosa y tortuosa. Esa persona era el mismísimo diablo disfrazado de padre. Esa persona es la que ahora sabía que no era mi padre.

"Veo que ya tienes fuerza, y supongo que ya sabrás el secreto de tu apestosa familia. JA esto lo hará todo más interesante" dijo mi supuesto padre

Me di la vuelta para mirarle

"¿Qué quieres de mí?"

"Tu sangre" dijo mirándome con deseo

Empezó a pasear dando vueltas alrededor de mi.

"Veras, después de cada paliza, después de cada vez que abusaba de ti chupaba tu sangre y tengo que reconocer que estas llena de poder. Me era muy difícil controlarme, por eso siempre te desmallabas y no recuerdas nada" empezó a decir

Yo empecé a gruñir, mientras mi cuello me empezaba a dolor en dos puntos en concreto. Desde hace unos 9 años me habían salido dos lunares en el cuello que de vez en cuando me dolían. Inconscientemente me lleve la mano a los lunares para tocarlos.

"Lucia, esos dos lunares, bueno en realidad no son lunares, son la marca de haberte mordido demasiadas veces. La verdad es qué tu eres mucho mejor que tu madre. Tu sangre es muy buena. En cambio a tu madre ya le he sacado todo su poder, la pobre ya ni puede sacar sus alas y es incapaz de saber porque..."

"HIJO DE PUTA, COMO SE TE OCURRE JUGAR ASI CON MI MADRE Y CREER QUE VAS A SALIR BIEN DE ESTA?! ¿CREES QUE CONSEGUIRAS MI SANGRE DE NUEVO? PUES TE QUIVOCAS! TE VOY A DAR LA PALIZA DEL SIGLO!!"

De repente oigo aplausos por detrás mío y veo a mis primos.

"Lu, ve a por él. Nosotros nos encargamos del resto."

Así empezó la pelea de verdad. Era cierto que había insultado a mi madre. Pero yo a este hombre le tenía demasiado miedo, este hombre había estado abusando de mi tanto física como psicológicamente desde que tengo uso de razón. Pero ya era hora de enfrentarme a mis miedos. Tenía que luchar contra él.

En ese momento él se lanzó hacia mí y me di un golpe en la cara a lo que yo respondí propinándole un buen gancho en el estómago que hizo que se doblara. Le iba a dar una patada en el costado cuando me agarro la pierna e hizo que me cayera. En el momento que se iba a poner encima de mi llego un águila. El águila era bastante grande. Era del mismo tamaño que la de Fer casi. El águila clavo sus zarpas en los ojos de Andrés, ya era incapaz de llamarle padre, cegándolo. Después vino a mí y se posó en mi hombro.

Empecé a admirar su belleza cuando note un fuerte dolor en la espalda y comencé a chillar.

Oí a Fer decir algo sobre mis alas, y que aguantase el dolor que no podían ayudarme aun, ya que tenían que enfrentarse a muchos vampiros.

Entre grito y grito vi como Andrés se levantaba y se dirigía hacia mí con una daga en la mano. Todo el mundo estaba ocupado en su pelea asique nadie podía ayudarme. Mi águila lo intento pero no sé cómo termino clavada en la pared por una de sus alas, espero que la lesión no sea muy leve. En ese momento no sabía que hacer y me vino a la mente una persona.

"LUCA!!! AYUDAMEE"

Estaba desesperada. No sabía si vendría o no pero era la única esperanza que me quedaba.

"JAJAJAJAJAJAJ crees que te va a ayudar? ¿No crees que tiene cosas más importantes que hacer que ayudar a esta escusa de mujer-loba o lo que quiera que seas"

El dolor se intensifico y no pude evitar soltar otro alarido. Cuando abrí los ojos me encontré a Andrés delante de mí con la daga en alto.

Justo cuando la iba a bajar una mano le paro, cuando mire para ver quién era mi salvador, no me lo podía creer, realmente había venido. Realmente Luca estaba aquí.

"Te dije que vendría si me llamabas, Realmente esperaba que me avisaras antes" Me dijo a mi, luego torció la mirada a Andrés

"Volvemos a vernos Andrew" dijo Luca despectivamente

"¿Andrew? Alguien me explica?"

"Volveré a por ti, no lo dudes Lucia. Volveré para matarte" Dijo Andrés

"RETIRADA!" Grito, al momento todos los vampiros empezaron a huir y el saco una alas y empezó a volar, Luca y mis primos le iban a seguir cuando yo volví a gritar.

"¿Qué te pasa? ¿Qué te duele?" dijo Luca preocupado

"La espalda y mucho"

"No puede ser" Dijo Fer

No podre subir hasta el jueves, lo siento

La Manada De Los AguilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora