La música sonaba muy fuerte, hacía doler los oídos. La gente que frecuentaba estos lugares seguramente estaría acostumbrada, pero ¿yo? Yo no. Mi cabeza aun procesaba la información del por qué yo me encontraba aquí, pero todo se resumía a una persona, Allison. Estaba aquí por mi mejor amiga, mi hermana de otra madre, así solíamos decirnos. Ella está obsesionada con un chico, lo conoció cuando chocaron en la calle, el corría apresuradamente, pero cuando la tiro al piso por el golpe, se detuvo a fijarse como se encontraba, “un príncipe” según mi mejor amiga, pero no creo que un príncipe frecuente estos lugares.
- Ally, aquí apesta a cigarrillos- mencioné asqueada, mi amiga me miro ya cansada por todos los comentarios negativos que hacía de este lugar.
- ___- me miro suplicante- prometiste que siempre me apoyarías en todo, eso es una promesa de mejores amigas, de hermanas- sí, estaba dramatizando, su especialidad- por favor, solo lo veo, le pido su número y nos vamos- sonrió, como si fuera tan fácil.
- De acuerdo, pero apenas consigas su número, nos vamos- ella asintió feliz.
- Gracias ángel- yo rodé los ojos, así me llamaba la mayoría.
Seguimos caminando a través de toda la gente que obstruía nuestro paso. Me dedique a observar más este lugar mientras mi amiga tiraba de mi brazo. Oscuro, lleno de adolescentes y gente joven, chicos y chicas fumando, bailando de manera vulgar. La vestimenta de las chicas dejaba poco a la imaginación y seguramente los chicos agradecían eso. Desde que habíamos llegado aquí, no parábamos de recibir halagos de los hombres, totalmente desagradable la forma en la que se dirigían a nosotras, en este momento prefería a los jugadores del equipo de rugby de mi escuela.
- Oh por dios!- chilló Ally emocionada- ahí está! ___ dime como me veo- me miro entre eufórica y suplicante.
- Estas perfecta, ahora ve y haz que él quiera conseguir tu número, recuerda que nosotras no le rogamos a los chicos- ella asintió feliz y fue directo hacía el.
Comencé a caminar hacia donde había menos gente, nadie, diría yo. Seguramente mi mejor amiga se tardaría un buen tiempo. Seguí caminando, aun se oía la música, no me había alejado tanto. Pare en seco cuando vi una enorme vidriera, era lo más cercano a un espejo que tenía, acomodé mi short http://www.polyvore.com/harry_styles_tu/set?id=116588013 suspire, yo también estaba vestida como algunas de aquí. Retoque mi maquillaje, y sonreí para mí misma. Volví a caminar en la dirección en donde había dejado a Ally. Sonreí cuando la vi charlando muy a gusto con su “príncipe”, el chico era muy bonito, su cabello estaba rapado, pero era castaño, parecía agradable aunque viniendo de este lugar lo dudaba mucho, tenía un buen físico y una linda sonrisa. Mi morena amiga giro su vista y se encontró con la mía, me hizo señas para que fuera con ellos, yo negué, pero al ver que su acompañante también me miraba no tuve otra que ir con una “sonrisa” hacia ellos.
- Ay ___, te presento a Liam, Liam ella es ___, mi mejor amiga, prácticamente mi hermana- yo sonreí al igual que él.
- Un gusto ___- su voz era bonita, Ally me miro regañándome por no contestar, yo reí nerviosa.
- El gusto es mío- los tres sonreímos, ahora todo estaba silencioso, odio los silencios incómodos- y bien- ellos me miraron. Ally me agradeció con una mirada- ¿vas a la escuela?- pregunte a Liam para sacar un tema de conversación, el rio y me miro, no entiendo que era lo gracioso.
- Ah era enserio, termine ya, tengo 19 ¿ustedes están en la escuela?- le preguntó a mi amiga.
- Sí, tenemos 17, ___ es menor que yo por dos meses, es como mi hermanita pequeña- tomo mis mejillas y yo hice una mueca- ¿ves? Es adorable- el castaño rio ante el comentario de mi mejor amiga al igual que yo. Ella podía ser muy graciosa cuando estaba nerviosa o solo cuando su humor era muy bueno para hacer bromas. Las risas acabaron. Otro silencio. Odio esto.
- Oh mira la hora Ally- mencione alterada mirando mi reloj, por lo visto el acompañante de mi amiga también lo vio por lo que hizo una mueca y yo solo lo ignoré- ¡ya es tarde! mis padres van a matarme- me estaba alterando aún más.
- Lo siento- me dijo, yo asentí- fue un gusto volver a verte Liam- mi amiga estaba siendo coqueta, eso quería decir que aún no conseguía el número de aquel chico. Comenzamos a alejarnos pero algo nos hizo voltear.
- Ally!- el castaño venia corriendo hacia nosotras, la morena junto a mi sonrió- olvide pedirte tu número- ella rio y se lo anoto en su celular.
Me guiño un ojo y yo comencé a reír, pero me golpeo el hombro y paré. Llegamos a mi auto, yo me fui del lado del conductor y ella del acompañante. Tardaríamos un tiempo en llegar a su casa y luego a la mía, ya que este lugar no estaba ni cerca de donde vivíamos nosotras. Alison me conto de que había hablado con Liam, él era muy inteligente, no corría carreras de motos, solo iba a apoyar a un amigo de él, junto con otros tres. Era parte de un grupo o algo así.
- No volveré a ir nunca a un lugar así- dije cuando mi amiga terminó de hablar.
- No fue tan malo- yo la mire con ambas cejas levantadas- ok cambiemos de tema- pausó un segundo- mañana tenemos prueba de química y no sé nada- hizo una mueca.
- No es tan difícil, tendrías que prestar más atención en clase- ella rio y yo negué con la cabeza de forma divertida.
- Tú lo dices porque eres muy inteligente ángel, prácticamente eres perfecta- perfecta. Odiaba que todos me describieran así, no soy perfecta, tengo defectos, pero ellos no lo ven. No le conteste, siempre llegábamos al mismo punto, si eres bonita, lista, con dinero e hija única, eres perfecta, “tu vida es perfecta”.
- Llegamos- ella asintió y se despidió de mí.
Genial, ahora tenía que llegar y aguantar un sermón de mis padres. Seguí conduciendo hasta llegar a casa. Guarde mi auto en el garaje y me encamine hacia la entrada. Elena, una empleada, me abrió la puerta de casa, me sonrió y le devolví la sonrisa. Entre a casa, no vi a mis padres cerca asique me apresure a correr hacia las escaleras pero un llamado me hizo frenar. Me gire con mi mejor cara de ternura e inocencia.
- Tienes escuela mañana, no puedes llegar a esta hora- menciono de forma severa mi madre. Yo iba a justificarme pero ella siguió hablando- aún no termino, tienes examen de química mañana, has estudiado?- yo la mire obvia- responde- sí, ahora admito que mi madre está enojada.
- Mamá si estudie, siempre lo hago. Es parte de mi rutina, no?- ahora yo también estaba enfadada.
- ¿En dónde estabas?- al fin mi padre aparecía en esta conversación. Su tono era más pasivo que el de mi madre.
- En casa de una amiga del Instituto- mentí, no les diría que había acompañado a mi loca mejor amiga a ver su príncipe delincuente.
- De acuerdo, ahora ve a dormir- yo asentí y subí rápidamente los escalones.
Mataría a Ally mañana mismo, solo espero que haya valido la pena acompañarla a ese lugar. Me coloque el piyama, cepille mi cabello y me acomodé para dormir