Conociéndose

7.2K 399 6
                                    

Ni siquiera sabía por qué estaba allí. No tenía ganas de tomar, ni de hablar con nadie, ni de emborracharme, como había creído que sucedería antes de salir de casa. Ni siquiera ahora que era libre del todo, ahora que nada me podía afectar como antes cambiaban lo que había en mi interior; no calmaban la rabia ni la angustia acumulada durante tantos años.

-¡Vamos,JiMin , anímate! -gritó Tae provocando que una multitud de ojos se fijaran en mí. - Estamos en un bar , debería de haber algo que te guste.

Le hice un gesto con la mano descartando aquella idea y volvió a la pista de baile contoneándose al ritmo de la música. El local iba llenándose poco a poco conforme iban pasando los minutos en el reloj que había detrás de la barra. Ese enorme reloj del que yo no despegaba mis ojos, por si así el tiempo transcurría más rápido y llegaban las tres de la madrugada, hora en la que me debía marchar de allí si todo seguía como había previsto.

Me encontraba en un de las fiestas que había organizado la facultad. Y mi compañero de piso me habían traído a fuerzas, ya que hacia un par de semanas mi novio de tres años había terminado con migo y por ende no había salido de mi habitación. Me imaginaba cómo serían su vida , qué estarían pensando o cuáles serían sus siguientes pasos en el futuro.

La puerta se abrió justo en un silencio entre canciones. Fue un breve espacio de menos de un segundo, pero el sonido oxidado de las bisagras de aquel bar cutre me llamó la atención y me hizo girar la cabeza para ver quién entraba. Pelo negro ondulado, ojos negros, tez bronceada, un cuerpo fuerte de escándalo. Llevaba unos pantalones vaqueros gastados que le sentaban como un guante, una camiseta negra pegada al cuerpo y una chaqueta de cuero llevada como al descuido.

Barrió el bar con la mirada y sonrio con suma alegría , pero no se movió de la puerta. Una chica más joven que él, con la mirada vidriosa de que lleva unas cervezas de más, se le acercó trotando alegremente y le dio un beso en la mejilla.

No puede ser

Pensé al instante algo turbado mientras perseguía de reojo el trayecto del desconocido hasta una mesa que se encontraba a mi espalda. Desde lo alto de mi taburete ya no podía verle a no ser que me girara en redondo.

-¡Joder, que mala suerte! -dijo TaeHyung, en voz lo suficientemente alta como para que yo lo oyera claramente mientras se acercaba a mí.

No podía apartar los ojos de su imponente figura.

- Ve con él! -dijo, ganándose una mirada de advertencia-. Vaaaale, no te digo nada más. Habíamos quedado en que lo intentarías -protestó molesto.

-¡Y lo haré! -exclamé.

-¡No! ¡No lo harás! Te conozco y ya te estás arrepintiendo de haber venido. Pese a todo ni siquiera harás nada por saber quién es por eso es que yo como tu mejor amigo voy a hablarle por ti ―dijo.

-¿Estoy aquí no?. He venido ya te dije que no estaba preparado para una cita así que estoy intentándolo. Tu no lo entiendes no es fácil de superar-. Estaba comenzando a hacer una rabieta , típica de mi cuando una voz me hizo callarme y girarme.

―Una cerveza, por favor -dijo él apoyando ambos codos en la barra. Cerró los ojos y pasó su mano por el pelo, peinándoselo hacia atrás. El barmer le tendió su cerveza y después se dirigió hacia la pista donde una nube de mujeres le envolvió de inmediato.

Minutos después y por tanta insistencia por parte de TaeHyung me encontraba en medio de la pista.

―¿Me permites? ―

Dijo levanté la cabeza y lo miré sorprendido. La música me empujó hacia él y, sin decir ni una palabra, nuestros cuerpos comenzaron a moverse rítmicamente, sensualmente, removiendo peligrosos deseos que nos podían hacer mucho daño. Sus ojos, a escasos centímetros de los míos, sus manos subiendo por mis caderas. Su boca entreabierta deseando lo mismo que la mía. Me puso de espaldas a él y pasó sus fuertes manos por mi abdomen. Nuestras caderas se movían perezosamente, siguiendo los compases de la música. El contacto de su cuerpo contra el mio me causaba un grato cosquilleo, que nunca había sentido, ni siquiera con mi ex novio.

Cuando la música dejo de sonar me dirijo hacia la barra de nuevo.

― Hola Jeon JungKook ―. dijo mientras estiraba su mano en señal de saludo.

―Hola Park JiMin― correspondía al saludo, dandome cuanta que retenia mi mamo entre la suya mas de lo venido, pero no me importó.






Appointment Sex Donde viven las historias. Descúbrelo ahora