Día 3 Prt 3

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Íbamos caminando en un incómodo silencio, no me atrevía a preguntarle nada y al parecer él tampoco.

Steven es un chico muy guapo, es pelirrojo, ojos color miel, una sonrisa encantadora y unas cuantas pecas. Es bastante atractivo, ¿Para qué mentir? . No me di cuenta de que me quedé mirándolo, hasta que él carraspeó.

Bajé la mirada al piso, sonrojadísima a más no poder, pude escuchar como se reía de mí

Idiota.

Tranquila, es normal que las chicas se me queden viendo- Guiñándome el ojo- Me puedes mirar pero no puedes tocar

Qué creído eres, yo sólo te estaba analizando para saber si eras un asesino o algo; para ser sincera tienes cara de psicópata- Dije fulminándolo con la mirada

¿Y? ¿Crees que soy un asesino?- Dando una vuelta- No mires mi trasero, por favor, no seas pervertida

No estoy mirando tu trasero, idiota- Este chico me tenía harta, hubiese dejado que se lo comieran los caminantes. Bueno tal vez no hubiese hecho eso, no soy tan mala, pero que deje de ser tan arrogante, joder.

Tranquila, gatita- Espera, espera, espera, ¿Cómo me llamó? ¿Gatita?

Paré en seco haciendo que él se detuviera, me miró con cara de preocupación y me preguntó: ¿Qué sucede? ¿Estás bien?

¿Cómo me llamaste?- Retiro lo de idiota, este chico es estúpido, imbécil y patán multiplicado por tres.

Ehm, te dije gatita- Despreocupado

Apreté mi puño y le di en su estómago con bastante fuerza, creo que me pasé; está retorciéndose del dolor. Ay que no exagere, no le di en sus partes, que me agradezca.

Carolina, estás loca?!?!- Dijo tratando de recuperar aire

No me vuelvas a llamar gatita, pedazo de zanahoria- Qué infantil ha sonado eso, no soy muy buena reclamando cosas.

Se levantó y siguió caminando incómodo, todavía tenía su mano en su estómago y tosía de vez en cuando.

Oye, lo siento, no quise golpearte tan fuerte; no controlé mi fuerza, es sólo que odio que me digan gatita o nena o bebé, es estúpido- Creo que se merecía una disculpa, él está acostumbrado a tratar así a las chicas, pero ya llegué yo para hacerle saber que no puede tratar a todas así; la próxima vez no le voy a pedir disculpas.

Vale, no te preocupes- Dijo sonriente

Qué bipolar- Pensé

Seguimos caminando hasta que vimos unos cuantos caminantes, eran como 5

Steven no sabía qué hacer y le explíque que tenía que darle en el cráneo, él, asustado, asintió.

Dos se acercaban a mí y rápidamente le clave mi hacha a uno, luego al otro y los dos cayeron, sonriente volteé a ver cómo le iba a Steven y mi sonrisa se esfumó cuando vi aun caminante encima de él tratando de morderlo

Maté a los otro dos que se acercaban y le clavé el hacha al que intentaba morder a Steven. Uff, menos mal que me di cuenta a tiempo.

Salvé tu lindo trasero por segunda vez, pronto tendrás que pagarme- Le dije con un sonrisa y extendiéndole mi mano para que se levantara

Gracias, Caro- Abrazándome

Sí sí sí, de nada, mucho amor, suéltame- Dije sonrojada.

Empezaba a oscurecer y todavía no habíamos encontrado comida, ni agua. Comencé a tener sueño y le dije a Steven que escaláramos un árbol para poder dormir.

Y así lo hicimos, trepamos y cada uno se fue a una rama.

No sé cómo sobreviviremos sin comida ni agua, tal vez mañana tengamos suerte.

Buenas noches, Caro- Me dijo Steven junto con un bostezo

Buenas noches- Bostezo, joder, tengo mucho sueño.

Ojalá mañana nos vaya mejor- Pensé

Sólo correDonde viven las historias. Descúbrelo ahora