Capitulo 1

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*era una noche fría, la nieve caía como si no hubiese un mañana, el aroma de frío era reconfortante para las fosas nasales, agradable color oscuro del cielo donde la ciudad adornada de luces navideñas de diferentes colores donde sacaban un suspiro con todos.*

*dentro de aquella aldea, los niños jugaban sin parar, lejos de sus casas a veces llegaban a parar, subiendo y escalando par amas alto llegar, sin embargo aquel lugar donde un grupo de jóvenes niños iba subiendo aterraba un miedo que nadie quiere ver en destello, un ser frio y despiadado donde con ver su mirada quedas paralizado, los niños jugando a la cima llegaron.*

Seiya: oigan! Se están quedando muy atrás!

Shiryu: no vayas tan rápido seiya por favor.

Shun: etto... Chicos... No creen que es hora de regresar?

Seiya: ¿Por qué? Aahh ¿le temen al grinch?

Shiryu: ¿Quién dijo eso?

Saori: ¿grinch?

Seiya: si, jajaja dicen que habita en las montañas heladas, todo quien que se le atreva acercar termina... *se acercaba con intenciones de dar miedo para luego aparecer detrás de shiryu y tocarle los hombros.* ¡Congelado!

Shiryu: seiya! *le da un zape mientras que los demás rien.*

*mas adelante, los niños subían y subían sin saberse lo que en verdad detrás de una puerta les esperaría, cuando uno de ellos entre juegos y risas se detuvieron en una puerta con la nieve demasiado fría, un silencio les invadió el interior mientras que Seiya a al puerta se acercaba con un pequeño temor. Cuando la puerta se abrió un monstruo de hielo cuya apariencia tenía de dragón, a los niños se acerco y con un fuerte rugido abajo los mando, mientras que dentro de aquella cueva se encontraba un joven de cabellos azules como el agua de río y de ojos color igual, cuyo aliento congelaba a tan solo mirar.*

Idiotas.

*resoplo en cuanto al final de la montaña llego, al pueblo observaba en silencio mientras que la nieve le rodeaba como un manto cubre la piel para luego entrar de nuevo a su casa sin chistar. Más allá toda la gente alborotada caminaba como relámpago por manadas, las compras navideñas llevan por montón que incluso lo más pequeño tiene un ofertón, dentro de esa gente estaba un señor donde cuidaba a un pequeño que cuida como un hijo.*

Isaac: bueno veamos la lista de compras: ya tenemos las luces de navidad para sonia, los calcetines navideños para cada uno, unos juguetes para Saori, los muñecos de acción para Seiya, los peluches de animales para Shun, dos platillos de escudo para Shiryu, el león mascota para Aioros, el caballo de madera para Aioria, el borrego de Mu, la pijama para el bebe Kiki, la ternera para Aldebarán, la litera para Death, la secadora de cabello para Afrodita, una pecera de pirañas para Manigoldo, fijador de cabello para Shaka, las pantuflas para Ikki, creo que no nos falta mas nada no es asi Hyoga?

*cuando aquel peliverde voltea y no ver al dicho, alarmado buscaba con la mirada llamándolo hasta encontrar señales de el, entre la gente se entraba para ir a ver que dentro de la pila de regalos el niño rubio en su interior se hallaba.*

Hyoga: no crees... ¿Qué es demasiado pa?

Isaac: no cuando se trata de fiestas, todos fueron buenos este año y no se debe dejar eso por un lado.

*con una sonrisa aquel hombre acompaño al pequeño hasta el auto donde acomodaron todo y luego se marcharon a la casa. Mientras que dentro de esa cueva gruñidos y pequeños resoplidos sonaban por el lugar, aquel ser no era de muchas palabras pero sus acciones mostraba mucho, con algo de malicia se fue al vestidor ara ir a cambiarse con una capucha toda gris y sin brillo hasta el pueblo llego rápido en un suspiro, por las calles caminando para ver que próxima victima estará fastidiando, el grinch le apodaban, debido a que su humor y frialdad hacia la navidad le hiso ganar mala fama hasta en comportamiento, por eso odiaba la navidad con toda su alma. Mientras que aquella familia a su casa han llegado para ir preparando todo lo necesario para la navidad pero observando las luces se habían apagado.*

Isaac: no hay luces en casa, Sonia debo haber salido.

*en ese momento todas las luces se encienden.*

Sonia: oh Isaac! Si alguna vez te has preguntado en todo el pueblo del Rodorio ¿Quién tiene la mejor iluminación del pueblo? Todos dirán la señorita Sonia!

Isaac: *tomando una araña de flores.* esta... ¿no es la araña que teníamos en el comedor?

Sonia: *subiendo las luces encendidas.* Recuerda la causa cariño. *Mira a Hyoga.* oh cariño, disculpa pero ¿puedes ayudarme y traer la bombilla que esta en el refigerador por favor?

*el dicho mira al peliverde quien con una sonrisa asiente con la cabeza, cargado de regalos entra a la casa mientras que la mujer iba colocando luz tras luz para adornar la casa, no importa cual era siempre la colocaba en su lugar.*

Sonia: todos estos años, Milo es el que mejor tiene decoración. Pero este año no! Este año, voy a derrotar a ese idiota, sonriente, presumido y creido...

Milo: *quien estaba saliendo vestido de un traje rojo estilo papa Noel, sonriéndole a la vecina le saluda con la mano suavemente.* Sonia, hola!

Sonia: Milo!.

Milo: jamás había visto unas luces de navidad tan primorosas.

Sonia: y yo no tendría electricidad para estar a tu altura.

Milo: *sujetando un candelabro de diamante puro y brillante delante de la puerta.* no es esto una antigüedad? Esta tallado a mano y tiene casi cien años.

Sonia: *ente dientes susurraba* pff por favor, me impresionas.

Milo: esto sin embargo, es nuevo. *dijo mientras sacaba la sabana de un tirón mostrando que debajo de ella estaba un raro cañón.*

Sonia: *abriendo los ojos de sorpresa.*

*mientras que el peli azul y de una sola uña color escarlata carmín se colaba detrás del dicho encendido lo apunta y al disparar miles de luces navideñas salían en un sola hilera pegándose a la pared como pegamento según el orden en donde apuntaba, mientras que la dicha vecina se limitaba a mirar con la boca abierta todo lo que observaba hasta que el cañón se detiene al terminar su tarea automáticamente se apaga. Aquel peliazul soplando el humo con una sonrisa observa a su vecina.*

Milo: adiós Sonia! *regresa a su casa.*

Un Grinch de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora