R3- Un Choque de la Realidad

Pero tenía que hacerlo

Después de eso podríamos decir que me volví un poco loca ya que no sabía como cerrar el portal o si era real lo que decía el señor que si no lo hacía correctamente el fin del mundo estaría muy próximo, y además no se lo podía contar a nadie porque todos iban a pensar que estaba loca aunque yo misma empezaba a pensar que si podría estarlo, pasaba los días encerrada en mi cuarto intentando pensar en una posible solución pero para ser sincera por muy penoso que vaya a sonar, es demasiado díficil pedirle a una chica de 21 años que evite el fin del mundo.

Todos mis amigos, familia y amigas estaban muy preocupados por mí, ya que cuando salía de mi cuarto simplemente era para tomar un poco de aure fresco o ir por un café pero prefería hacerlo sola.

Un día, al igual que muchos otros, había salido a dar un paseo por el parque para intentar refrescar un poco mis ideas, era otoño y me encantaba ver como las hojas caían de los árboles y escuchar los susurros del viento que acariciaban mi melena mientras caminaba junto al lago, estaba muy distraída pensando en otras cosas, en eso, oí que alguien me silbaba, intenté ignorarlo ya que pense que quizás solo era el viento o alguien había pisado una hoja, pero luego, volví a oír ese sonido, decidí voltear de mala gana pensando que iba a encontrarme con un vendedor ambulante o a una persona que me iba a hacer cumplidos o una burla, pero me sorprendí a un grado de casi desmayarme cuando ví a un primo que habían dicho que estaba loco y en un hospital psiquiátrico, acompañado de unas amigas que había conocido en secundaria.

Me heche a correr, y para mi mala suerte ellos también me perseguían, estaba rodeada, y por fin hablaron, lo sabemos, sabemos todo pero no estas sola y me abrazaron, me confundí aún mas y miraba con miedo a mi primo cuando el no se daba cuenta, me ofrecieron un aciento, y me senté en una banca con ellos, Lucí, la más alta de todos, miraba a un reloj frecuentemente como esperando a que algo pasara, mientras que los otros 3 miraban al cielo muy nerviosos, yo solo estaba ansiosa, esperando a que dijeran algo o dieran una señal por lo menos, estuve ahí sentada sin hacer nada por unos 5 minutos, hasta que Zara dijo:

-Mira estamos siendo vigilados todo el tiempo, viajando de ciudad en ciudad, esperando el momento en que encontraramos el elegido, 

-Aunque siempre supimos que fuiste tú- dijo Estefaní