En un mundo donde todos se creen perfectos, donde nadie acepta sus errores, un mundo en él cual todos culpa a tofos y nadie acepta sus errores, un mundo donde los adultos creen que él único problema de nosotros los adolescentes es él estudio...Lo que ellos no saben es que estamos cansados de guardar nuestro dolor y fingir estar bien.
Tenemos problemas los cuales nos destruyen, estamos en la etapa de confusión todo puede pasar y a la vez nada.
Buscamos refugio en cuatro paredes, un teléfono celular y un par de auriculares. Creamos nuestro propio mundo en él cual todos somos iguales en él cual todos somos felices sin problemas, sin nadie que nos grite ni nos ofenda.
Lo malo es cuando salimos de ese mundo imaginario y volvemos a la realidad, la maldita realidad.