Y... ¿Tú quién eres?

Capítulo 11

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Desde aquél rechazo que recibí de su parte, me decidí por recompensarlo por todo el mal que le había hecho. Ahora era mi turno de ganarme su amor... Maldición, cada vez sueno más cursi.

Lo peor de todo era que no tenía ni una mínima idea de qué hacer. Al principio, traté de pedirle ayuda a Tomoe pues supuse que él tendría más experiencia en estas cosas que yo. Qué equivocado estaba.

Aparte de que mi hermano descubriera de mi situación actual y que me enterara de ciertas... cosas por las cuales mataría a Kurokawa, él no me fue de mucha utilidad.

Cuando me quedé sin alternativas, recurrí a mi peor pesadilla... Isogai. Después de que el tipo se burlara un buen rato de mí, comenzó a darme unos consejos, que aunque no lo quisiera admitir, eran muy buenos y sencillos de seguir aunque igualmente vergonzosos.

Decidí llevar a la práctica aquellas recomendaciones y para mi gran satisfacción, pude ver la emoción y la sorpresa brillando en sus ojos cada vez que tenía algún pequeño gesto para con él. Definitivamente valía la pena hacer todas esas cosas embarazosas, él siempre hacía éstas y más cosas por mí.

Así pasaron los meses, había momentos en los que dudaba sinceramente en si llegaría el día en que me recordara por completo y que me correspondiera o; al menos, poderlo enamorar nuevamente.

Un día se me acercó de forma ansiosa y nerviosa.

Tetsuhiro:-Nervioso- Senpai, ¿puedo hablar con usted?.

Odiaba que hiciera eso. Ya le había dicho muchas veces que me llamara por mi nombre o, por lo menos, dejara de hablarme tan formalmente. Era incómodo, pareciera como si estuviera marcando distancia entre nosotros.

Souichi:-Desvía la mirada sonrojado- Sí, pero deja de hablarme de forma tan distante, es un poco incómodo. Háblame de tú y dime Souichi o Sou-kun, cómo quieras.

Tetsuhiro:-Sonrojado- Sí... Souichi.

Souichi:-Carraspea nervioso- ¿De qué querías hablar?

Tetsuhiro:-Suspira tratando de calmarse- Yo.. quería decirte que... te amo.

Ni siquiera estaba seguro de si había escuchado bien o si era un producto de mi imaginación.

Souichi:-Ansioso- ¿En serio?

Tetsuhiro:-Sonríe dulcemente- Por supuesto, puede que todavía no tenga muy claros mis recuerdos pero te puedo decir que gracias a todo lo lindo que has hecho por mí te has vuelto a ganar mi corazón. Te amo.

Era una lástima que aún no pudiera recordarme pero de cierta forma, puede que sea mejor. Tengo la oportunidad de reemplazar esos recuerdos dolorosos por otros mucho más agradables.

Souichi:-Lo abraza y oculta su rostro en el pecho de Tetsuhiro- Baka, deja de decir cosas tan vergonzosas... -Murmura-, también te amo.

Todavía estaba un poco renuente a decir esas palabras tan libremente como él lo hacía pero iba a tratar de esforzarme en ello. Ya no era porque fuera un hombre, simplemente me era difícil expresarme correctamente y demostrar cariño tan fácilmente.

Tetsuhiro:-Suelta una risita enternecida- Te escuché.

Souichi:-Golpea ligeramente su pecho- Cállate.

Desde ese día empezamos una relación de pareja, una de verdad. Tetsuhiro estaba volviendo a ser poco a poco ese chico empalagoso y encimoso que tanto amaba, aunque jamás le diría eso.

Todo iba perfectamente y, a pesar de que detestara admitirlo, se lo debía al estúpido de Isogai. Por lo menos le daría las gracias. Así que lo llamé para agradecerle la ayuda y los consejos, también para decirle que ya no necesitábamos seguir viéndonos pues pensaba que todo estaba bien. Además, aproveché para pedirle un último favor, quería que me diera algunas ideas para sorprender a Tetsuhiro en su cumpleaños. Cuando corté la llamada, oí una voz enfadada a mis espaldas.

Tetsuhiro:-Molesto- ¿Por qué estás hablando con Isogai-san?

Eso me irritó un poco, no puedo creer que después de todo siga desconfiando. Eso me hería un poco. Pero como siempre, oculté mis emociones tras el enojo.

Souichi:-Frunce el entrecejo- No es de tu incumbencia. Puedo hablar con quien quiera cuando se me dé la gana, soy un hombre adulto.

Tetsuhiro:- ¿Por qué te pusiste tan a la defensiva?

Decidí ser sincero con él porque no llegaríamos a ninguna parte si continuamos discutiendo de algo sin sentido.

Souichi:- Porque no tienes derecho a hablarme de esa forma sólo porque estoy hablando con alguien.

Tetsuhiro:-Frunce el ceño- No confío en él. ¿Acaso no ves como se te acerca de esa forma tan inapropiada?

Souichi:- ¿No confías en mí?

Esa pregunta se escapó de mi boca con un poco de amargura.

Tetsuhiro:- Sí confío en ti, no confío en él.

Eso me relajó bastante aunque la molestia volvió. Maldito tonto, no puedo creer que siga teniendo esos celos tan ridículos. ¿Yo? ¿Engañarlo con el baboso de Isogai? Ja.

Souichi:-Enojado- Idiota, sólo estaba hablando con él para pedirle un consejo sobre qué regalarte en tu cumpleaños.

Tetsuhiro:-Sorprendido- ¿Qué?

Souichi:-Suspira cansado- Eso. Él me ha estado ayudando para reconquistarte, yo no soy bueno para estas cosas -Avergonzado.

Tetsuhiro:-Sonríe- Ay, Souichi. Eso fue muy tierno de tu parte, en especial considerando que lo odias.

¿Ahora sí admite que lo odio? Sólo lo dejaré pasar por esta ocasión...

Souichi:- Ni que lo digas. Pero aún así, me sirvieron de mucho sus consejos. Me alegra poder estar contigo -Lo ve directo a los ojos-. Te amo.

Puede que no fuera el mejor momento pero al fin tuve el valor para revelarle lo mucho que lo amo. Después de que se lo confesé, me asusté porque él se quedó estático en su lugar y su mirada se vio vacía por un momento como si su mente estuviera muy lejos en ese instante. Reaccionó después de unos segundos que se me hicieron demasiado largos para mi gusto.

Tetsuhiro:-Con lágrimas de felicidad abraza a Souichi- Te amo -Lo besa-. Al fin lo puedo recordar todo, Souichi.

Souichi:-Sorprendido- ¿De verdad?

Comenzó a besarme todo el rostro y no pude contener unas malditas lágrimas traicioneras. Estaba feliz, él recordaba todo lo que habíamos vivido juntos, tanto los malos como los buenos tiempos. Me sentía mal al saber que recordaba todos mis malos tratos pero se lo compensaría.

Tetsuhiro:-Preocupado- ¿Te encuentras bien?

Souichi:-Golpea suavemente el hombro ajeno- Estoy bien, es por tu culpa que me volví un llorón cursi.

Tetsuhiro:-Se ríe- Te amo.

Souichi:- Yo también te amo -Lo besa.

Fue un impulso pero no me arrepentí al ver su expresión de felicidad por mi acción. Me aseguraría de hacerlo lo más feliz posible en lo que nos restaba de vida.

FIN

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Ya se acabó esta pequeña historia. Muchas gracias por sus vistas, votos, comentarios y; en especial, por su apoyo. Espero que hayan disfrutado leyendo este proyecto que tenía planeado desde que escribía "Pequeña entrometida".

Por cierto, por si se lo preguntan. Kazuo encontró a un guapo seme llamado Masahiro 7u7.