Cuando La Luz Se Oscurece. +18 [BillDip]

🌆El misterio del octavo Piso, un nuevo residente.

—Los viejos rumores dicen que un demonio aparece en la noche.

Comentó Lazlo Weymar, el dueño del edificio mientras trataba de encontrar la llave que encajaba en la cerradura, un hombre de edad, alto, de porte elegante, piel pálida, cabello plateado y ojos azules, vestido con un particular y fino traje marrón, impecable.

—¿Y usted cree en los rumores, o alguna vez lo ha visto?

Cuestionó divertido Dipper, un joven de mirada intensa, hermosa y tersa piel trigueña, cabello y ojos castaños, con un buen cuerpo de músculos marcados, pero pequeño y delicado, tenía los brazos descubiertos, lo que dejaba ver un extraño tatuaje en su brazo derecho.

—Nunca lo he visto con mis propios ojos, pero una de mis cualidades, joven Pines es la sinceridad, y temo decirle que este edificio aunque es reconocido por su belleza, también es conocido por que desde hace tiempo nadie quiere ocuparlo, el octavo piso, o último piso, aunque sea el más amplio, bello, y tenga el balcón con la mejor vista, tal vez de la ciudad.

—Señor Weymar, le aseguro que eso sólo lo hace más interesante para mi, por eso quiero instalarme aquí, ya le comenté que la universidad a la que ire esta muy cerca de aquí.

—No sabría decirle si tiene suerte de haberlo encontrado, pero adelante, le mostraré el lugar.

El joven se impresionó con lo que veía frente a él, cómo le había dicho Lazlo era grande y bello, el piso de madera brillante, las paredes con un suave color mostaza y turquesa, y los bordes al igual que los marcos de las ventanas y puertas de color blanco, tenía un estilo antiguo que le gustaba, al frente había una amplia sala de estar, al lado izquierdo de esta se encontraba el balcon, oculto por unas puertas de madera con vidrios, las abrió y salió encontrándose con una vista preciosa pues desde allí podía ver algunos pequeños edificios y techos de las casas, además una parte de la playa y el muelle de la pequeña cuidad.

Volvió adentro y Lazlo le mostró el baño, la habitación, y la cocina, confortables y perfectas para el menor.

Desde que había entrado había visto un dibujo en la pared al lado de las puertas del balcón, un círculo con extraños escritos y dibujos, en el centro tenía un triángulo con un ojo, parecía que lo habían hecho con fuego, como una marca.

—Hemos pintado sobre él varias veces pero siempre aparece de nuevo.

Mencionó Lazlo al ver a Dipper observando y palpando con detalle el dibujo.

—Está bien, todo está bien, me gusta mucho este apartamento señor Weymar, lo tomaré, todo además del alquiler se ajusta a lo que quiero.

—¿Incluso sabiendo la historia del demonio?, No quiero sonar repetitivo pero...

—...De seguro es un caso de histeria colectiva...

Interrumpió el menor.

—...Aunque me gustaría que fuera cierto. El asunto es que lo tomaré bajo mi propio riesgo si quiere verlo de esa manera.

—Si es lo que desea, trato hecho, pero no dude en decirme si quiere dejarlo, puede hacerlo cuando quiera.

Dipper estrecho la mano del mayor.

—Trato hecho, firmaré los documentos y le pagaré lo acordado junto al depósito, me mudaré mañana en la mañana si no hay problema.

—Ningún problema mi querido joven.

Los dos salieron pero antes de cerrar la puerta Dipper hecho un último vistazo a la marca en el muro.

Hola mi querido(a) lector(a),
Gracias por leer mi intento de escritora, espero que tengas un buen día y que la fuerza te acompañe.

"Vivir sin leer es peligroso, porque obliga a conformarse con la vida".
-Michael Houellebecq.