Cuando La Luz Se Oscurece. +18 [BillDip]

🌃¿Angel o demonio? Una visita esperada.

Dos semanas habían transcurrido, la universidad iba muy bien, Dipper ahora era amigo de Jake y se había acercado mucho a Wendy, ella era muy linda y divertida, por otro lado aún no había visto al demonio, y ya se había dado por vencido.

Esa tarde llegó al apartamento temprano, tenía un poco de sueño por lo que se quitó la chaqueta y los zapatos, al recostarse en el sofá y empezar a leer unas copias de la universidad se quedó dormido, despertando cuando ya se había ocultado el sol, pero lo que lo había despertado era la sensación de que lo miraban y sí, alguien lo observaba sentado en el suelo muy cerca de él, Dipper no podía apartar la mirada de aquel joven, todo en él era perfecto, sus cabellos dorados y sus ojos ámbar eran preciosos, con expresión fría y seria, casi enojada, contrastaban con una piel bronceada y un cuerpo espartano dejaba ver su virilidad, unos labios rosados y carnosos y una nariz fina, vestía una simple camiseta amarilla y unos jeans, descalzo.

Quería tocarlo, sentir que era de verdad, acaso era el demonio lo que tenía en frente? O más bien era un ángel? Estiró su mano pero antes de que llegara a la mejilla del contrario, este apartó su mano.

—Te aseguro que no soy un ángel...

Anunció el demonio desconfiado.

—No quería que lo fueras, pero pareces uno.

Dijo el menor sonrojándose un poco mientras alzaba el tronco del sofá y examinaba al rubio a fondo con sus ojos.

—¡Tsk! ¿Y para que querías verme? Humano curioso.

Dijo el demonio con tono de molestia acercándose más al rostro de Dipper tratando de intimidarlo, pero vio que el humano se sonrojaba viéndose extremadamente tierno. De verdad es real? Se preguntó Dipper a sí mismo.

—Soy muy real.

Dijo el rubio alejándose ligeramente y haciendo que el de ojos castaños los abriera impresionado.

—¿Puedes leer mis pensamientos?

—Tu qué crees?

Dijo el pelidorado sarcásticamente.

—Lo sé, pero... Es impresionante. Además eres una muy buena imitación de un humano.

Dijo Dipper mirando hacia otro lado avergonzado. Era perfecto ese demonio aunque un poco rudo.

—La reacción que esperaba de ti, es que murieras de miedo al verme, o que al menos quisieras huir del apartamento y dejarme en paz como todos.

—En esa forma no me das miedo en lo absoluto.

Dijo el castaño levantándose del sofá y frotándose los ojos. Aquel demonio se levantó también, era un poco más alto que él, el menor estaba fascinado por aquel rubio tan apuesto, pero no sé lo diría, ya que por lo visto era demasiado narcisista.

Por suerte parecía que no se había enterado de lo que pensaba.

—¿Acaso quieres sentir miedo de verdad?

Cuestionó el demonio irritado por la insolencia del contrario.

—¿Me mostrarás tu verdadera forma?

Dijo el castaño despreocupado, caminando hacia la cocina para tomar algo, pero de pronto se encontró envuelto por una extraña niebla oscura, tan negra que no podía ver ni la silueta de su mano, de pronto muchos ojos bastante siniestros aparecieron, también bocas con dientes afilados y tentáculos comenzaron a formarse entre la niebla, parecían rozar su piel pero ardía y su corazón dolía como si toda la tristeza que había adentro se derramara, Dipper trato de resistir el sufrimiento mental y físico que experimentaba pero de pronto cayó arrodillado al suelo pues no podía respirar bien, el miedo empezaba a invadir su alma, su pecho se sentía pequeño, cerró los ojos muy fuerte y al abrirlos se encontró de nuevo en su apartamento.

El demonio lo miraba con una sonrisa maliciosa.

Hola mi querido(a) lector(a),
Gracias por leerme hoy, espero hayas sonreído mucho hoy y que la fuerza te acompañe.

"¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir."
- Confucio.