Santa is coming [PJM+JJK]

Capítulo único

Jungkook escuchó a Jimin suspirar por enésima vez en menos de media hora. Debido a que la noche anterior ambos habían tenido que participar del número especial de navidad para el club de baile, aquella mañana el profesor los había citado a todos para hacer una pequeña convivencia. El pelinegro veía a sus compañeros reír y divertirse como frecuentemente hacían, pero Jimin estaba lejos de ser contagiado por todo ese espíritu de las fiestas.

Podía comprenderlo.

Ese año, en particular, había sido bastante pesado para los Park. El padre de Jimin había abandonado a la familia a mediados del año tras conocer a otra mujer y los había dejado llenos de deudas y con un sueldo menos para el hogar. La madre de Jimin había comenzado a hacer turnos dobles y, aunque Jimin quiso trabajar para aligerar un poco la carga económica que caía sobre ella, se vio imposibilitado debido a que tenía que cuidar de sus hermanos menores. Las cosas estaban mejor que hace unos meses, sin embargo, aún quedaban dificultades.

―¿Dejaste a tus hermanos con tu madre? ―Jungkook se sentó a su lado, extendiéndole un vaso de bebida, y éste le sonrió con agradecimiento mientras lo recibía.

―Está con ellos, sí ―Bebió un sorbo. ―Hoy le ha tocado el turno de noche

―¿En víspera de navidad? ―El castaño se encogió ligeramente de hombros, como si realmente no importara.

―Los hospitales no dejan de funcionar por las festividades, ya sabes... ―Murmuró, fijando su mirada en el vaso de bebida. ―Cenaremos temprano y... bueno, mandaré a los chicos a la cama luego de un especial de películas

―Pueden venir a mi casa, tú sabes... ―Aclaró su garganta. ―Mamá estaría encantada de recibirlos

―No lo dudo, Jungkookie ―Jimin volvió a sonreír y extendió su mano hacia él para acariciar sus cabellos. ―Pero tu familia ya ha hecho mucho por nosotros, irrumpir en su navidad es demasiado

―Jimin...

―Además, no tenemos regalos este año ―Admitió un poco avergonzado, alejando su mano. ―Aún tenemos deudas y... uhm... me siento un poco mal, ¿sabes? Si yo hubiera conseguido un trabajo, quizás habría podido comprar algo para ellos

―No habrías podido trabajar incluso si lo quisieras, ¿no? Tus hermanos te necesitaban, Jimin ―Le recuerda. ―Es más, aún lo hacen

El castaño aparta la mirada, sin saber cómo responder, y Jungkook se siente mal cuando la conversación se termina ahí. Puede entender el desánimo de su mejor amigo, después de todo lo ocurrido, él se había mantenido fuerte para ser el mayor apoyo de su madre y eso era algo realmente admirable. No obstante, no le gustaba que pensara que no había hecho suficiente, porque estaba claro que él había hecho todo lo posible para que su familia no se hundiera tras la crisis.

La convivencia terminó, todos se despidieron entre gritos y abrazos afectuosos, deseándose una feliz navidad. Jungkook caminó hasta la parada de autobuses donde solía tomar locomoción con Jimin y, aunque el bus se acercó y el contrario lo llamó para tomarlo, estaba demasiado ensimismado en su propio mundo como para hacer caso de los llamados.

―Jungkook-ah ―Jimin le propinó un pequeño empujón, provocando que se sobresaltara. ―Acaba de pasarse nuestro autobús, ¿en qué mundo andas?

―L-Lo siento ―El castaño suspiró. ―Jimin, yo... recordé que tengo que pasar por mi trabajo hoy

―Pensé que habías terminado ayer ―No parecía muy convencido.

―¡Lo hice! Pero mi jefe quería hablar conmigo y el local estaba tan lleno que al final no hemos alcanzado, así que me ha pedido ir hoy ―Se levantó. ―Nos vemos después de las fiestas, ¿sí? ―Sonreía.