-Pequeño POSESIVO- (YOONMIN)

-Único-

Abrió perezosamente sus ojos acostumbrándose a la fuerte luz que entraba por su ventana, posándose en su blanquecina piel y dándole un leve malestar ya que, en las mañanas, odiaba despertarse, su humor era el peor de todos, o bueno, mas de lo que ya acostumbraba.

Frunció ligeramente el ceño, definitivamente odiaba ser despertado por aquellos rayos de sol, pero si amaba ser despertado con leves caricias y pequeños besos por toda su cara hasta dar en sus labios, justo como estaba haciendo en esos instantes aquel pequeño de cabellos anaranjados.

_Buenos días amor_ dijo el peli-verde acariciando los suaves cabellos del menor.

_No son para nada buenos días hyung...~_ Se quejo formando un pequeño puchero, cosa que dejo con una gran sonrisa boba al mayor y es que, su pequeño novio podía ser, desde el joven mas atrevido y sexy del mundo hasta, la bola de pelo mas cariñosa y adorable que alguien jamas haya visto antes.

_¿Y eso a qué se debe?_ Pregunto acomodándose mejor en la cama, estaba demás decir que todo su mal humor había desaparecido gracias a ese lindo chico. Amaba despertar y que entre sus brazos estuviera aquel joven abrazado a su torso como si fuese un inofensivo gatito.

_No quiero ir...._ Susurro algo enojado.

_Jimin..._

_¡No!_ Grito enfadado subiéndose rápidamente sobre su hyung y sentándose en su regazo._ Usted ya sabe mis motivos_ 

Yoongi comenzó a reír, su niño aveces podía ser muy dramático, lo cual lo hacia cada vez mas tierno.

_Dios cachorro, quieras o no, tenemos que ir al colegio_

El peli-naranja negó varias veces con su cabeza y miro directamente los ojos del mas grande.

Se habían conocido en una fiesta de su mejor amigo Seokjin, o como Jimin le solía decir, madre. Ambos fueron presentados y  abandonados apropósito esa noche por sus grandes amigos. Conversaron por un buen rato, para su sorpresa tenían similares gustos. Al mayor le apasionaba la música tanto como a Jimin. Al alfa le gustaba rapear y componer música y sus propias letras y al pequeño omega le encantaba la danza y el canto.                                                         

Antes de que el menor tuviera que irse, Yoongi le pidió su número de teléfono para que pudieran comunicarse y conocerse mejor.

Después de esa noche, no paso mucho para que se volvieran a encontrar. Hablaban la mayoría del tiempo por chats, preguntaban sobre como les había ido en el día, sobre sus familia, algunos temas relacionados a la música o simplemente incoherencias y bromas que les sacaban una y mil sonrisas a ambos.

Desde un principio a Yoongi le había atraído el menor, era demasiado tierno y sensual a la vez. Tenia un cuerpo que dejaba mucho que decir, un cuerpo tonificado, piernas y glúteos que se ajustaban bien a cada prenda que vistiese y le quedaban de puta madre. Estatura baja como él, unos hermosos ojos avellana, labios gruesos y esponjosos, mentiría si dijese que el mayor no moría por probarlos. Piel bronceada, poseía una hermosa voz angelical que si fuera por él, escucharía toda su vida, su magnifica personalidad lo dejaba sin palabras y una  preciosa sonrisa única en la que podía admirar como el menor reía y a causa de ello sus ojos se cerraban formando dos media lunas, perfecto pensaba el peli-verde. 

Pero lo que mas le gusta a Yoongi de aquel hermoso omega era su olor. ¨ frambuesas y arándanos dulces ¨ pensó el alfa. Sin duda un exquisito aroma que le provocaba miles de sensaciones en su cuerpo.

Ninguno quería desaprovechar ninguna oportunidad para verse y conocerse mas. Las salidas y citas eran mas frecuentes, las sonrisas sinceras llenas de un brillo indescriptible, los accidentales roces, las pequeñas miradas disimuladas y los leves sonrojos por parte del menor hacían que cada vez se enamoraran mas el uno del otro.