Parte única.

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🐰🐥

JunMyeon había estado esperando el estreno de Star Wars: The last Jedi con mucho anhelo.

Había estado demasiado ocupado en los últimos meses, y temía que sus actividades terminasen interfiriendo con la premiere de la película.

Porque vamos, JunMyeon no solo tenía que ver la película, no ¡él tenía que asistir a la premiere!

Y tenía que vestirse de Caballero Jedi, y llevar uno de sus tantos sables de luz, tenía que sacarlo en cuanto Luke Skywalker apareciese en la pantalla, porque ya había esperado suficiente tiempo para el regreso de su maestro.

Estaba emocionadísimo, había comprado las entradas justo en el minuto en el que la pre-venta había comenzado, y cada mañana al despertar tachaba los días en su calendario. Sonreía siempre al darse cuenta de que la premiere estaba cada vez más cerca.

SeHun, su amado novio de cuatro años, no estaba tan emocionado.

Él no era un verdadero fan de Star Wars, nunca había entendido porque a JunMyeon le gustaba tanto, pero en realidad, nunca se había sentado a ver las películas con atención.

Eran demasiado largas, y él era demasiado hiperactivo, le resultaba imposible permanecer sentado tanto tiempo, y su atención sostenida era terrible.

JunMyeon podría haber elegido a BaekHyun como acompañante, ya que también era un gran fan de Star Wars, pero no, había elegido a SeHun.

Porque era su novio y quería compartir los sucesos más importantes de su vida con él, y por supuesto que el estreno de Star Wars entraba en esa categoría.

La mañana del estreno se despertó con más energía que de costumbre, y SeHun tuvo que contener sus ganas de patalear en la cama y lanzarle una almohada, él no era un hombre madrugador.

JunMyeon por otro lado, tenía una energía ridícula por las mañanas, era como el conejito de Duracell.

Y esa mañana no era la excepción.

JunMyeon se levantó de la cama, hizo sus estiramientos, puso el soundtrack de Rocky a todo volumen y comenzó a dar pequeños saltitos en su lugar.

—Hyung ¿en serio tienes que hacer tanto ruido tan temprano? ¡Son las siete!

—¡Y se me ha hecho tarde! —le dijo mientras pretendía brincar la cuerda—. Debí despertarme a las seis.

—JunMyeonnie por favor, solo vuelve a la cama ¿sí? Un ratito más.

—No puedo —negó con la cabecita mientras seguía brincando—. Levántate, saldremos a correr.

—¡No quiero! Solo quiero dormir.

—Bien, no te levantes —se encogió de hombros—. Le pediré a Dae que me acompañe.

Aquellas fueron palabras mágicas.

SeHun se levantó de la cama en un brinco, y comenzó a hacer sus estiramientos.

—Eres tan predecible —le dijo JunMyeon—. Estírate con cuidado, recuerda que tu trasero aún está un poco sensible.

—No está tan sensible. De hecho, podríamos omitir nuestra salida a correr y tener otra ronda.

—Suena bastante tentador, pero no —se acercó al menor, se paró de puntillas y lo besó en la mejilla—. No te preocupes, tendremos otra ronda al volver.

Su salida a correr no fue precisamente productiva para SeHun, nunca había sido capaz de seguirle el ritmo a JunMyeon, y esa mañana no fue la excepción.

Premiere | SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora