Secretos

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-Te prometo por el amor que le tengo a todos los gatitos del mundo, que esta noche conseguiré un novio- me dijo Mary saliendo de la ducha mientras se enroscaba una toalla en su pelo mojado. Ella siempre fue de esas chicas que su método de vida era salir todos los viernes, sábados y a veces domingos de todo el año. Y me refiero a TODO el año. Este viernes es la fiesta de Jessie, una chica pelirroja que tiene dos padres lo bastante ricos como para contar con una mansión de cinco pisos en el medio de Londres.

-Si claro, no prometas algo que no podrás cumplir, nena- contesto Jules poniéndose una camiseta a cuadros que le quedaba bastante bien. Bueno lo admito, a Jules todo le queda bien. Sus musculosos brazos se ajustan a cada camisa, camiseta, chaqueta, y todo lo que pueda usarse para cubrir desde su cuello a su cintura. Aunque sin ninguna de ellas era la mejor opción. Lástima que...- En cambio yo, prometo que encontrare a una chica que sólo quiera cog..-

-JULES!!,- gritamos todas. Si, nunca cambiaría.

-Nunca pero nunca termines esa oración- lo amenacé, yendo hacia el sofá donde se había sentado hace unos segundos y golpeándole su suave mejilla.

-Tranquiilas chicas, sólo estaba haciendo un chiste- dijo Jules, frotándose ahí donde mi mano lo había golpeado. Tiene que aprender a no hacer más esas bromas idiotas.

-Joder, Jules. No puedes pasar una sola noche sin tener sexo con alguna chica?- le pregunte, furiosa. Odiaba que fuera así.

-Si puedo, pero no quiero y no debo- contestó con arrogancia-. Además, el amor no existe, es cosa de niños y películas.

-Oh Jules- dijo Julie, cansada de tener que lidiar con su hermano día tras día- ¿Que sabes tú del amor?

-Sé que nunca vas a tirar de casualidad tus libros y vendrá tu príncipe azul a juntarlos mientras sus miradas se cruzan y el amor surge desde su corazón- contestó con arrogancia, paseándose por la sala haciendo gestos teatrales-. Y también sé muy bien que si te "enamoras" de alguien, ese alguien puede romperte el puto corazón en menos de tres segundos.

Mis dos mejores amigas y yo nos miramos y negamos con la cabeza. ¿Para qué intentar cambiar su opinión?

-Ya esta, pequeño- dije, para poner fin a la situación-. Ponte el pantalón y vayamos de una vez a esa condenada fiesta.

-¿Pequeño? ¿Desde cuando le dices así a mi hermano?- preguntó muy extrañada Julie, mientras todos se terminaban de poner su respectiva ropa. Ella y Jules son hermanos del mismo padre, pero de diferente madre. Aunque son tan unidos que algunos se los confunden y piensan que son pareja o algo por el estilo. Patético.

-Desde que se comporta como tal- contesté yo, arrugando mis cejas. Estaba cansada de tener que llevarlos a todos los lugares que quieran solo por ser la mayor. Con tan solo 18 años, recién cumplidos, ya vivía sola, manejaba de aquí para alla, hacía las compras y cuidaba de tres adolescentes las 24 horas del día. Éramos muy unidos, aunque no teníamos casi nada en común.

-Perdóname, linda princesa- contestó atónito Jules-.

-¿Linda princesa? ¿Desde cuando me llamas linda princesa?- pregunté.

-Desde que te comportas como tal.

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⏰ Última actualización: May 22, 2014 ⏰

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