PRÓLOGO. Final de: LA VENGANZA DE LOS SITH (STAR WARS III)

599 30 17
                                    

La nave plateada de la senadora Amidala aterrizó en el Templo Jedi; lugar donde los Maestros Jedis se reunían para reuniones de ataques de decides a distintos planetas. Allí también, los Padawan más jóvenes recibían su adiestramiento para convertirse en Caballeros Jedi.

- Padmé, quédate aquí.- dijo Anakin, saliendo de la nave junto a Obi-Wan.

Padmé se limitó a asentir levemente, y C-3PO y R2D2 aparecieron en escena.

- Amo Ani.- dijo el droide de protocolo dorado.- La señorita Padmé se quedará con nosotros.

- Bien.- dijo Obi-Wan, encendiendo su sable de luz.- Vayamos a divertirnos un poco.

Los dos Jedis salieron de la nave, con sus armas en mano, y listos para el combate; mientras que Padmé se quedaba al cuidado de los droides.

- 3PO.- dijo Padmé.- Tengo un mal presentimiento.

- Tranquila, ama Padmé.- añadió C-3PO.- Estarán bien.

- No; no es por eso.- dijo, acariciando su vientre.- Es que creo que he roto aguas.

                                ***

Obi-Wan y Anakin luchaban y luchaban contra un gran ejército de clones. Obi-Wan recibió un disparo en su brazo derecho, y eso le impidió luchar. Cuando se dieron cuenta, estaban rodeados. Los soldados apuntaban con sus blásters a los Jedis.

- ¡Soltad las armas!- dijo el clon que parecía ser el comandante.

Los Jedis hicieron lo que les dijo el comandante, y apagaron y dejaron sus sables láser en el suelo.

- ¡Ahora, manos donde pueda verlas!- gritó el clon.

Obi-Wan hizo caso al clon, sin embargo, Anakin negó con la cabeza.

- No, Maestro.- dijo Skywalker.- No nos podemos rendir.

Obi-Wan suspiró sonoramente.

- Anakin...- le dijo su ex-mentor.- Admítelo...

Un sonido de sable láser interrumpió a Obi-Wan, y una persona con la túnica de Jedi se lanzó hacia los clones con un sable láser en cada mano, de color verde y amarillo.
Ese Jedi esquivó perfectamente los disparos procedentes de las armas de los soldados; y fue derrotándolos uno a uno, hasta que no quedó ninguno.
Kenobi y Skywalker quedaron impresionados por lo que acababa de pasar. Cogieron sus sables de luz, y Anakin ayudó a Obi-Wan a levantarse.
El Jedi misterioso se dio la vuelta, y se echó atrás su capucha, dejando ver su rostro.
Al parecer, era una mujer; concretamente una Togruta de ojos azules. La Togruta miró a los otros dos Jedis con detenimiento; pero centró su mirada en el joven Skywalker.

- ¿Ma-Maestro?- preguntó la ex-Jedi, apagando sus sables láser.

- ¿Ahsoka?- preguntaron Anakin y Obi-Wan al unísono.- ¿No abandonaste la Orden?

Ahsoka se dirigió a su Maestro, y le dio un fuerte abrazo.

- Pensé que habías muerto.- dijo la Togruta Padawan.

- Pues... Ya ves que estoy aquí.- dijo Anakin.

Ahsoka se separó del abrazo, para luego dirigirse a Obi-Wan.

- Quedan muy pocos Jedis, Maestro Kenobi. La Orden 66 se ha hecho realidad. Y todo por culpa del Canciller Palpatine. ¡Tenemos que derrotarlo!

- Tranquila, Chulita.- dijo Anakin a la Togruta.- El Canciller es muy poderoso...

- Pero nosotros somos tres, y él es uno...- dijo Tano, interrumpiendo a El Elegido.

- Pero él es político.- dijo éste, devolviéndole la interrupción.- Y tiene el poder supremo sobre el Senado. Tiene el apoyo de la mayoría de la población.

La Togruta meditó un momento, y miró con decisión a los otros dos Jedis.

- Pero unidos podremos con él.- dijo finalmente la ex-Jedi, con mucha seguridad.

Kenobi y Skywalker asintieron, y los tres fueron en busca de un speeder.
En la plataforma de aterrizaje de la otra punta del templo, encontraron un speeder verde, sin capota, y en perfectas condiciones para ser pilotado.

- Conduzco yo.- dijo El Elegido, levantando su brazo robótico.

- ¡No!- gritaron Obi-Wan y Ahsoka al unísono.

El joven Skywalker los miró confuso.

- Por favor, Skyguay; deja al Maestro Kenobi pilotar esta vez...

- ¿Por qué?- interrumpió Anakin.

- Porque....

- Por que queremos llegar vivos al Senado.- intervino Obi-Wan, salvando de la respuesta a la Togruta.

Anakin miró con tristeza a su ex-Maestro, y éste suspiró sonoramente.

- Está bien,- dijo Kenobi.- pero partamos de una vez si queremos salvar a la República.

                                ***

- Respire, ama Padmé, respire.

Esas eran las palabras que C-3PO repetía constantemente a la Senadora Amidala.
Ésta estaba tumbada en una camilla de su nave plateada, a las puertas del Templo Jedi.

- 3PO; me siento fatal.- dijo Padmé, entre forzadas respiraciones.

- Es normal, ama. Pero tranquila; según el análisis que te ha hecho R2, te quedan cinco horas antes de las primeras contracciones.

La embarazada asintió levemente, y se sentó lentamente.
De repente, R2D2 apareció haciendo muchos pitidos, que C-3PO tradujo:

- Dice que vienen.

- ¿Quién viene?

R2 soltó más pitidos, y Padmé quedó petrificada al oír la traducción:

- Los soldados, ama. Vienen a por nosotros.

--------------------------------------------------------------------------------------------

Hola a todos!!!! Espero que os esté gustando!!! Solo quería avisaros de que intentaré subir un capítulo cada semana, pero algunas semanas no creo que pueda ser debido a los estudios. Gracias por leer, y votad y comentad!!😘😘😘

Feliz 2018!!!!!

ωнαт ιf...? (Anidala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora