Mi nueva luz

Uchiha Sakura

Todos desean algún día casarse con la persona que amas, todos llegan a esperar ese día tan inolvidable que ya no sólo eres tú, existe otra persona con la compartirás tu vida, Sakura se encontraba en aquella habitación suspirando después de una refrescante ducha cerca de un manantial.
Cerró sus manos formando un puño mirándose al espejo solo con la toalla, era tan diferente su cuerpo como al de aquella niña que conocía de ella, ya no lo era, sentía un cosquilleo en todo su cuerpo, se sentía nerviosa él saber que en un momento sería al fin esposa de la persona que ha amado por mucho tiempo, pronto se puso tranquila y decidió arreglarse para aquel encuentro, tomó parte de su cabello a secar y acomodarlo simulando un peinado, no por nada fue amiga de Ino para que ella le enseñara algunos típs, terminó su peinado y comenzó adornándolo, al parecer la abuela Shiki dejo adornos para ella y un poco de maquillaje para esa ocasión.
-Vaya que lo planeo.- dijo Sakura sonriendo mientras sacaba los broches, eran de forma de flores de cerezo.
-Son hermosos.- dijo mientras los acomodaba uno por uno en su cabello.
-Listo.- dijo ella mientras veía terminado su peinado.
-Ahora el maquillaje, cielos no soy tan buena con esto.- hablo Sakura mientras veía cada producto.
Su piel era de terciopelo así que no necesitaba ningún maquillaje para cubrirla, alargó sus pestañas un poco más y vio resaltando sus ojos verdes, nunca los había visto tan brillosos, agarro un poco de rubor y lo llevó a sus pómulos figurando un pequeño destello en ellos, tomó un pincel y comenzó a pintar sus labios con solo una pequeña porción de pintura dando un toque rosado en ellos, al terminar se mira y toca sus labios cerrando los ojos, recordó aquellos momentos donde los labios de él rosaban con la de ella, nunca había imaginado ser reclamada por el pero ahora, justo en ese momento ella ya era de Sasuke.
Volteo ella por un ruido, al parecer Sasuke había pasado por ahí para alumbrar el pasillo con una antorcha, sintió su corazón latir muy rápido el pensar que pudo haber entrado y verla en ropa interior.
-Cielos, cálmate Sakura.- dijo ella mientras se levantaba para vestirse al fin, vio donde estaba el kimono y decidió abrirlo con delicadeza y desenvolver ya que era algo preciado para ella, tomó parte de una seda principal donde ella introdujo su brazo, se sentía bien ella deleitaba cada segundo al roce de esa seda con su cuerpo, se sentía mágico vestirse así, se sentía mágico vestirse para el, continuó introduciendo el otro brazo hasta tener ya su cuerpo envuelto en ella, se miraba al espejo para poder acomodarse bien todo ella misma, terminó la primera parte y se miró una vez más, no podía creer que todo fuera tan real, que así se sentía cuando debes de casarte, nunca lo había imaginado así, continuó para así poder ponerse el Kimono era de color blanco, era muy blanco y se veía hermoso, empezó a tocar sus bordes y los detalles que traía el kimono, ella continuó disfrutando arreglándose hasta que por fin había terminado, puso atención al final de donde se encontraba el kimono guardado, al parecer había un velo para que ella cubriera su rostro.
-Vaya nunca imaginé que eso estaría ahí.- tomó la pequeña tela y la acomodo en su cabello, al fin estaba lista, al final miro de nuevo donde estaba el velo y llamó su atención una pequeña nota tan diminuta que nadie más lo habría notado, tomó de ella y abrió, sus ojos se abrieron al encontrar escrito ahí el nombre de Sasuke e Itachi.
-Es la letra de una mujer.- ella quedó pensativa de quién habría dejado eso, ya la nota se veía vieja, ella lo puso en una pequeña mesa donde dejo las demás cosas.
Volvió al espejo y miro su espalda no había notado el borde de aquel símbolo , el símbolo de ser una Uchiha  al fin estaba lista, no sabía que decirse a ella misma, se sentía feliz pero era como si quisiera llorar, que mujer llora el día de su boda se dijo ella misma pensando.
-Sasuke...- salió de su boca el nombre de su amado, ahora entendía la razón de sus lágrimas que querían brotar, al fin su sueño se hacía realidad, al fin logró rescatar a Sasuke de la obscuridad, recordaba a su amigo Naruto que tal vez él lo había sacado completamente pero no era asi, Sasuke necesitaba de nuevo una razón para conocer el amor y esa razón era ella, sonrío de nuevo y miro por la ventana el sol despidiéndose del día, ya era hora.