drunken truth ; kjd

parte única.

"Tienes razón, tal vez estoy ebrio,
esto tal vez es un error.
Cuando la mañana llegue,
tal vez actúe como si no recordara,
y actúe incomodo a tu alrededor.
Pero esta noche hay algo
que absolutamente tengo que decir.
Me disculpo por mi estado
pero por favor no pienses
que estoy diciendo esto
porque estoy ebrio.
Cuando sea que estoy en frente tuyo
me preparo a mi mismo para decir esto
pero siempre digo lo opuesto.
Me doy la vuelta y me arrepiento
pero ahora te declararé
que te he amado desde el principio.
Te amo mucho.
Aún si mi descuidada declaración
parece cursi o increíble,
no es algo que solo estoy diciendo.
Probablemente nunca haré algo como esto otra vez.
Pero como la noche se vuelve luz,
te tomaré en mis brazos una vez más."

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Una vez más, la miré y ella me dedicó una tierna sonrisa antes de que se diera vuelta y corriera a toda velocidad hacia su clase, dado que hacía minutos ya que había sonado el timbre. Dios, a ella sí que le encantaba hablar. Todo lo contrario a mí. Yo soy del tipo introvertido, reservado, a decir verdad no me apetece andar alardeando sobre mi vida, ni siquiera con mis propios amigos. Pero tengo que admitir que, desde que nos hicimos amigos, su extrovertida personalidad de alguna manera provocó que socializara y me abriera más, al menos con ella. Era imposible ser callado a su lado, por más que lo seas con otra gente, ella de alguna extraña e involuntaria manera te impulsaba a hablar.

Me quede mirándola embobado unos segundos. Es una chica increíble, fascinante. Pero, hablar de mis sentimientos hacia ella es como navegar en un mar inexplorado. Nunca había sentido nada similar hasta que la conocí. De verdad, nunca estuve en una relación formal ni me enamoré ni ninguna de esas cosas raras. Nunca me interesó el romance y el amor en general. Solo me dedicaba a mis intereses y a mis amigos, nunca nada me llamó la atención en ese sentido. Pero ella llegó y cambió todo. Al principio eran solo ganas de hablarle, ya que teníamos amigos en común y según éstos ella era una persona bastante interesante. Cuando comenzamos a hablar, inmediatamente me di cuenta de que ella era lo que faltaba en mi vida: emoción, pasión, locura, amenazando con acabar con mi vida tranquila y monótona tal cual la conocía. Y así fue. Por suerte encontramos que teníamos bastantes cosas en común. Al parecer, a pesar de ser nuestras personalidades diferentes, nuestros gustos no lo eran tanto. Cada vez que conversábamos era como entrar a un mundo nuevo de optimismo y diversión, cosas totalmente nuevas para mi. Entonces fue cuando empecé a experimentar este raro sentimiento, dicen que es cuando de verdad te gusta alguien; ganas de hablar con ella, ganas de protegerla, ganas de que ella esté en mi vida para siempre. El problema es que no sabia como manejar estas nuevas emociones y pensamientos que se manifestaban en mi cuando se trataba de ella, y en ocasiones me terminaba alejando, teniendo miedo de poder hacer o decir algo que dejara en evidencia lo que me pasaba. Verán, ella es una persona bastante sociable y algo popular, por lo cual sería imposible que ella estuviera con alguien como yo. Simplemente, estaba fuera de mi alcance.

Ella es una persona que no duda en decir lo que siente ni lo que piensa, si le pasa algo, al instante te lo hace saber. Mis amigos siempre me preguntan "¿Y por qué no sigues su ejemplo y le dices lo que te pasa?" Definitivamente no podría. Soy una persona que tiende a fracasar en la vida, así que si le digo sería en vano; el rechazo sería inminente.

~•~

Era viernes a la noche, y por alguna extraña razón decidí progresar un poco en mi vida social, accediendo a ir a una fiesta que celebraban unos amigos.

Seguro ella estaría ahí.
La vería.
Le hablaría.

Las ansias de hacer todo esto me consumían.