Crush:
Enamoramiento repentino, como un flechazo, que apasiona profundamente, desvela, independientemente de si sea realizable o no, similar al amor platónico o amor idealizado, es aquel que sentimos por alguien que nos parece inalcanzable.
Para Donghyuk se podría decir que todo había comenzado hacía 9 años, el no lo había buscado y tampoco se había parado a pensar demasiado en ello, incluso había momentos en los que lo creía dormido, pero luego lo volvía a ver y su cuerpo reaccionaba gritándole que no, que aquello que sentía no estaba dormido.
Sabía la fecha exacta, el 8 de septiembre de 2008, aquel lunes había empezado en un nuevo colegio, en una nueva ciudad y un nuevo país, la capital inglesa, Londres, era húmeda en comparación con Seul, solo llevaban allí unas semanas y la mitad del tiempo había llovido, a Donghyuk le había gustado al principio, había salido a recorrer los charcos con sus botas de agua verdes y su paraguas y chubasquero de rana a juego, pero con el paso de las semanas, todo seguía igual y echaba de menos a sus amigos en Seul, a veces llamaba a Junhoe o este le llamaba a el y se comentaban los episodios de los Caballeros del Zodiaco e Inuyasha, pero no podían hablar mucho porque sus mamas decían que las llamadas internacionales eran muy caras y que había una gran diferencia horaria, por lo que Donghyuk se sentía solo y una palabra que había escuchado muchas veces a su madre decir desde que habían llegado, Desolado, "Este barrio es desolador, hay neumáticos tirados en el descampado y el parque no tiene ni césped" así que Donghyuk se sentía como aquel barrio, con neumáticos tirados y sin césped.
Aquel lunes no se sentía mucho mejor y haberse mojado a mitad de camino por la inesperada lluvia no le ayudaba, la profesora lo miró escandalizada y en un inglés que no entendía muy bien le indicó que esperara en el baño de los profesores y esta le secó el pelo con una toalla, al menos era simpática, pensó después de aquello, la mujer, de mediana edad llamada Miss Kate, lo acompañó hasta el aula y lo puso al frente de la case, donde todos sus nuevos compañeros lo podrían observar.
-Hola-su voz salió muy bajita,por el miedo a cometer un error en el nuevo idioma y la vergüenza de tener a tantos pares de ojos mirándole curiosos que le intimidaban, pero un par en específico llamó su atención y parpadeó varías veces para asegurarse de que había visto bien.
-Niños este es vuestro nuevo compañero, Ezra Kim, este es vuestro último curso en la escuela primaria, así que espero que os comportéis, seáis sus amigos y que pueda llevarse una buena impresión de nuestro colegio y ciudad ¿entendido?
-Si Miss Kate-dijeron todos a la vez y la mujer sonrió, le indicó a Donghyuk que se sentara al lado de una niña, la cual tenía un papelito en la mesa en el que ponía-Sarah- adornado con flores y globos de colores.
Sarah resultó muy amable e intentó explicarle todo lo que solían hacer en la clase, aunque para su gusto gritaba demasiado, elevaba la voz y gesticulaba exageradamente como si así Donghyuk le fuera a entender mejor, aquello le hacía gracia pero era un poco molesto.
-No hace falta que le grites, te entiende y aunque no lo hiciera, gritando no se arreglaría-aquella voz sorprendió a los dos niños que se giraron para ver quién hablaba, era el niño que había captado su atención al principio, Sarah hizo una mueca y le sacó la lengua, por lo visto no se llevaban muy bien.
-¿Como te llamas?-preguntó en un perfecto inglés.
-Ezra, Ezra Kim-respondió avergonzado sin saber muy bien porque
-Ese nombre no, tu nombre de verdad-esta vez las palabras habían salido en Coreano y Donghyuk casi salta de alegría y rueda por el suelo, su cerebro estaba cansado de pensar en inglés y aquel niño era como el.