-Isabella tomó el dulce líquido de aquel frasco.
Corrió rumbo al castillo y entró.
Puedo ver como el rostro de los príncipes cambiaba,estaban asqueados,pasaba frente a ellos y movían sus cuerpos con repugnancia.
Fue entonces que se dio cuenta de que la poción le había puesto una cola de caballo.
Sus ojos se hicieron agua y quiso esconderse.
Entre aquella multitud, un joven se acercó y la tomó de las manos.