Extraño y seguiré extrañando las navidades de mi infancia, al menos hasta que todo vuelva a ser normal.
¿Qué es lo que sucede?, ¿Qué es lo que le ha pasado a mi entorno?, ¿Se han vuelto tan aburridos días tan significativos?, ¿Han perdido el valor momentos como estos, que nos hacían prepararnos en unidad para un nuevo año?, ¿O sólo soy yo?, ¿Sólo es la marca de tantas personas que he conocido este tiempo y tan rápido como han venido se han ido?.
Puede ser.
Ya nada es igual y se siente como si nunca se pudiese volver a la normalidad.
¿Soy yo el único que se siente reseco en su interior para estas fechas? Sentirse encerrado en la oscuridad de un humedo y desolado sotano, ¿se ha vuelto eso normal?, ¿Todo se ha vuelto tan apagado e insignificante?.
¿Alguien más extraña ser niño?, ¿Tener la inmensa libertad de una imaginación sin límite?, ¿Sentir la brisa de una tarde de viernes y los rayos del sol en el rostro mientras no se debia tener preocupación por lo que ya había pasado o estaba por suceder?, esos tiempos en que el amor no era un afán y aún no dabamos mente a tener una pareja porque estabamos demasiado ocupados jugando con nuestros amigos de barrio o mirando las típicas series que marcaban infancias.
Habrá quienes entiendan lo que llevo cargando tanto tiempo, personas que han pasado ese desierto despues de vivir cosas increibles, después de haber llegado a la cumbre de la montaña. Muchos dicen que después de eso no queda más que descender, pero, ¿Por qué?, ¿Por qué no mantenerse?, o más bien, ¿Por qué las cosas no se mantienen por más que uno lo intente?, ¿Por qué siempre llega el punto de quiebre?.
Por ahora no queda más que esperar, esperar lo porvenir y desear que sea bueno.Extraño las navidades de mi infancia, pero, más que eso, extraño el génesis de mi inocencia y la de todo el mundo.
Canción del día: Wake Up - Eden