-Capítulo 94- [Narrado]

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Paulo bajó nuevamente sus manos hasta mí cola, despacito y suave acariciando mi espalda, hasta apretar mis glúteos con sus dedos. 

-¿Puede llegar Antonella? - pregunté agitada entre beso y beso.

-Está con Lautaro - contestó.

Nos dimos una cadena de besos seguidos y cortos, cualquiera pensaría que no queremos parar más, y no queremos.
Me abracé a su cuello dejando que el beso intenso vuelva a aparecer. Paulo comenzó a dar pasos, y así haciéndome caminar para atrás sin dejar su boca.

Era hermoso volver a sentir la firmeza de su cuerpo, sus músculos, su fuerza, eso que siempre me hizo sentir segura a su lado.
Agarré su remera y la empecé a subir con calma, a pesar de lo agitada que estaba. Paulo levantó los brazos y el beso sólo se interrumpió cuando tuvo que sacarse la camiseta.

-Vamos - dijo Paulo ofreciéndome la mano. La tomé sin dudar y lo seguí hasta arriba, donde es su habitación.

Se paró de frente a mí y me miró a los ojos mientras él subía mí buzo, junto con la remera que tenía debajo, dejándome así en corpiño. Rápidamente volvimos a besarnos con la misma intensidad de minutos atrás.

Sus dedos subían y bajaban por mí espalda con tanta suavidad que me hacían estremecer y mí piel se erizaba. Entre tanto roce, agarró los ganchos de mi corpiño y lo dejó caer. Ni siquiera terminé de sacarmelo por completo cuando me besó nuevamente, mordiendome el labio con la misma fuerza que lo hice yo minutos atrás.

Fue bajando sus besos, primero pasó por mí cuello dejando un camino de chupones en él, siguió entre mis pechos y bajó por mí abdomen hasta lograr apoyar las rodillas en el piso.
Desprendió mi jean y lo fue bajando mientras dejaba besos en el hueso de mí cadera, levanté un poco los pies para que me saque el pantalón por completo, y así quedé sólo en tanga.

-Acostate - le pedí. Paulo hizo lo que dije. Gatié como un bebé sobre él en la cama hasta llegar a su boca y comenzar a bajar. No puedo describir la sensación del calor de su cuerpo contra el mío.

Besé su pecho y su abdomen hasta que llegué al borde de su babucha. Desaté el nudo que tenía y se lo saqué con ayuda de él. Volví a sus labios, a besarlo, y mientras tanto, por afuera de su boxer, comencé a tocar su bulto.

-¿Por qué me haces esto? - preguntó ya casi sin aire.

-Porque te extraño - contesté.

Esta es la mejor manera de demostrarle lo loca que me tiene desde que lo conozco, aunque todos sepamos que es posible que me arrepienta, justo ahora sólo quiero a Paulo, necesito a Paulo.

Metí mí mano por abajo de su boxer y comencé a subir y bajar mi mano al rededor de su miembro.

-Y porque me necesitás - dije.

Paulo terminó de sacarse el boxer y, sin previo aviso, se puso sobre mí.

-Sí, te necesito. - dijo y entró en mí de repente. Mí boca se abrió ante tan rara y linda sensación y dejé escapar un gemido.

Entrelacé mis dedos en su pelo y me miró a los ojos. Sus ojos verdes y brillosos eran hermosos de sostener mientras seguía moviéndose sobre mí.
Me besó y siguió así un tiempo, hasta que ya no dimos más.

[...]

Paulo Dybala.

Victoria estaba desnuda, acostada a mí lado, sin decir nada. Mí corazón nunca latió con tanta fuerza, ningua de las veces anteriores fue tan linda como esta.
Me sentí lleno de vida aunque sea un rato, sentí que estaba dando un poco de todo el amor que vengo guardando para ella, le demostré que la necesito.

-Fue el mejor sexo que hemos tenido - dijo ella y sonreí.

-Lo fue..

-Odio que me haya gustado tanto. - suspiró.

Me puse de costado y la miré maravillado como siempre la miré.

-¿Joaquín te hace sentir así? - pregunté. Victoria me miró de reojo.

-No, solamente vos - contestó y puso una mano en su frente con preocupación.

-¿Hasta cuándo te va a durar esto? - pregunté.- Esas ganas de estar conmigo.

-Hasta que entre en razón - suspiró.

Me acerqué más a ella en la cama y pasé mí mano por su abdomen perfecto hasta llegar a su parte más íntima.

-Paulo no sé si... - dijo, pero nunca escuché a alguien tan desconvencido de lo que dice.

-¿Paro? - pregunté al meter un dedo en ella.

-No. - contestó mientras su pecho subía y bajaba con calma.

Ella recibió mís labios y la besé nuevamente. Con una mano acariciaba mí pelo, enredaba sus dedos en él y tiraba de él suavemente.
El beso se volvió más intenso, así que me acomodé sobre Victoria y me di el lujo de estar en ella una vez más.

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COMENTEN!! Estoy actualizando muy rápido así que no se pueden quejar 👍 No fue tan explícito como pretendía pero lo voy a lograr en otro momento 😈

Si me tienen paciencia, ya se van a ir todos los terceros que hay ahre


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