Era un día como cualquier otro en el reino Lythos, el sol de la mañana adornaba las cuestas de las montañas con su esplendor y algunas leves gotas de roció podían apreciarse en las hierbas que cubrían gran parte de las planicies de la ciudad central.
En el bosque aledaño al castillo todo parecía estar en paz y quietud hasta que...
—Bien..Una vez más, solo una. —.
Dijo un poco cansada, respirando agitadamente, volvió a apuntar con su arco, decidida a que esta vez lo lograría.
Ella es Winter Strihella, una de las arqueras más prestigiosas del reino y la protectora personal al servicio del rey, ella se encontraba en una de sus habituales rondas de practica para mejorar su ya innatamente buena puntería, llevaba ya por lo menos 2 horas de entrenamiento constante, esta cargaba sus flechas con una increíble destreza a pesar de encontrarse siempre en movimiento , y estas dejaban su arco tan rápido como era posible para ella, sus pobres blancos de paja y madera eran acribillados por sus punzantes lanzamientos y los poderes mágicos que con el tiempo fue perfeccionando.
—Esta bien..esta vez saldrá bien.—.
Se dijo a si misma antes de detenerse derrapando un poco y levantando algo de tierra y polvo, sacó un par de flechas de su aljaba y las posiciono en su arco, estiro la soga y apunto directamente a uno de los muñecos de práctica.
— Mirage Shooting !!.—.
Gritó vivamente y disparó, con tan mala suerte de que una de las flechas se rompió, justo por la mitad, rápidamente dejo caer el arco de su mano derecha aunque no entendía bien por qué lo había hecho.
— E-eh?.—.
La otra flecha salió volando para terminar clavada en el tronco de un árbol distante de su objetivo, Winter sintió un dolor punzante que recorría su brazo, decidió bajar su mirada y al hacerlo noto lo que había pasado. Varias esquirlas y astillas de la flecha rota se habían incrustado en su mano, la sangre brotaba de sus heridas y comenzaba a pintar el suelo silvestre de un tono rojizo, ella se quejaba del dolor pero sabía que no podría arreglárselas por su cuenta.
— A-ahh!...debo..debo salir de aquí..—.
Dijo entre gemidos de dolor mientras tomaba sus cosas con la mano que le quedaba libre y rápidamente se dirigió a la entrada del poblado, debía buscar ayuda rápidamente si no quería lo segundo más importante para una arquera... una de sus manos.
Luego de algunos minutos de caminata ella llego al único sitio en que sabía que podrían ayudarle, un pequeño establecimiento cerca del núcleo de la ciudad, un centro médico de buena reputación al que ella por fortuna (o desgracia) nunca había visitado pero del cual había recibido muy buenas recomendaciones. Habiendo perdido mucha sangre por el camino entró un poco mareada por las puertas del hospital.
— A...yuda...por..favor .—.
Fue lo único que pudo decir antes de caer al suelo y lentamente perder el conocimiento, lo poco que pudo ver fue una figura "angelical" acercarse a ella y recogerla, no pudo identificar nada de ella ya que su vista se encontraba totalmente borrosa y antes de oscurecerse totalmente.
— Rápido llévenla a una de las habitaciones, no me importa cual solo háganlo!
todo estará bien oíste?, quédate conmigo linda...apresúrense!—.
Fue lo último que escuchó, luego quedo totalmente inconsciente.Pasaron varias horas pero al fin luego de ese largo lapso de tiempo Winter abrió los ojos, miró a su alrededor y noto que estaba acostada en una suave cama y las pareces denotaban que si había logrado llegar al centro médico, luego intento mover su mano derecha y sintió un leve dolor al hacerlo, rápidamente la miro y esta estaba totalmente vendada.
— Ah..bien hecho Winter, ahora sí que lo arruinaste .—.Dijo antes de soltar un leve suspiro y poner su otra mano en su frente, se encontraba muy débil, frágil, como un cervatillo recién nacido, aunque no se notase por lo pálida de su piel.
— Oooh, veo que ya despertaste, nos diste un buen susto hace rato. —.
Las orejas de Winter de levantaron levemente, reconocía esa voz, inmediatamente miro en la dirección de donde esta provenía y vio a una hermosa chica de cabellera azul oscuro la cual le observaba con una sonrisa en su rostro.
— Eh..y..yo no..lo siento.. .—.
Dijo Winter algo avergonzada por la situación, su mirada bajó levemente y logro avistar el nombre de quien le atendía, su nombre al parecer es Omiele, ella tenía un aspecto algo curioso pero agradable a la vez.
— Hm?, porque te disculpas?, está todo bien, no debes de preocuparte .—.
Dijo la médica mientras posaba sus suaves manos en las vendas tintadas de rojo que estaban en la lastimada mano de Winter.
— Es hora de cambiarlas, permíteme. —.
Acto seguido a esas palabras comenzó a palpar delicadamente los vendajes y a retíralos ante la mirada fija de Winter. Luego de unos minutos puso las vendas nuevas y posó la mano de su paciente de nuevo en la cama.
— jeje ves? no estuvo tan mal o sí?—.
Ella le sonrió amable mente a lo que Winter reacciono con un suave rubor en sus mejillas y gran parte de su rostro.
—E-emm...si, muchas gracias.. .—.
Winter soltó una pequeña carcajada nerviosa y luego se limitó a observar a su nueva acompañante, la cual le empezó a hablarle un poco de lo sucedido mientras ella se encontraba inconsciente, Winter escuchaba atentamente cada palabra que salía de su boca pero no podía dejar de pensar en que de no ser por ella quien sabe cómo estaría, es como si Omiele fuese un ángel mandado directamente del cielo...quizás.. Las cosas se dieron por una razón, quizás, ese accidente solo fuese el principio de algo más.
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Una flecha rota.
RomanceEsta es una historia basada en un rol semi-publico medieval/fantasioso en el que esta vez esta protagonizado por una arquera al servicio del rey (Winter) y la medica del reino (Omiele)... ya pa que mas descripcion? (? #Hail_Lythos