Cuando estuve herido...

Parte única

Cuando estuve herido, siempre me abrazaste gentilmente.

Cuando tropecé y no podía ponerme de pie, estuviste allí, siempre me diste un poco de tu fuerza.

Mis sentimientos no pueden alcanzarte aun te encuentras muy distante, vago solo en esta fría noche, no puedo recordar el lugar donde me encuentro.

En esta noche interminable solo tengo un deseo, que se haga la luz, que las estrellas me alcancen con su calor.

Quisiera encontrar de nuevo los sentimientos que compartimos, pero me doy cuenta que sería infantil hallar el lugar adecuado, que sería imposible, que él solo pensarlo es irresponsable.

Esos días no volverán, solo fue una adiós y en mi mañana ya no estás.

Mis lágrimas iluminan mi camino, brillan en esta tormentosa soledad. En esta ciudad donde ya nadie me puede tocar.

Cuando solía tener miedo, sujetabas mi mano, era feliz.

Siempre sonreías y el mañana llegaba contemplando tu sonrisa.

A pesar de mis lágrimas, mi deseo aun no se ha vuelto realidad, no hallo la luz que pueda sacarme de aquí. Me es imposible regresar.

Mis palabras nunca fueron las correctas, mereces la luna, el sol, más que las estrellas. Fuiste más que mi diversión, fuiste más que una estrella. Fuiste mi infinito y mas allá.

Pero, tuve un sueño...

"Frente a ti, el lugar donde siempre quise estar, que aunque nuestro pasado, los días alegres no puedan regresar, aunque soy una milésima parte del universo, tú has sido capaz de encontrarme.... Gracias..."

Mi mañana es bañado por una lluvia de estrellas, las constelaciones brillan como nunca y mi alma por fin se encuentra en paz.

De ahora en adelante, ya no regresare.

Te amo...