Aprendizaje

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 Su partida solo había conseguido dejarla más triste de lo que un día fue, la destrozó, se llevó consigo su alma dejándola sin resguardo. Le afectó de tal modo hasta el punto de no poder conciliar el sueño, porque por las noches los recuerdos atacaban con más fuerza. Imaginaba deseosa por volverlo a ver, pero en el fondo sabia que la decisión era la correcta, solo tenía que poder soltarlo, dejar de llorarlo de una vez por todas. 

 Con los años lo fue entendiendo cada vez mejor, ya no aguardaba por él, ya no esperaba por su regreso, ya no tenía esa expectativa de que se diera cuenta de sus errores y pidiera disculpas por ello, simplemente ya no esperaba nada. 

 Hoy en día ya no es la que solía ser, creció, maduró, aprendió de cada desacierto y sobre todo ya no está a la espera de nadie, porque todo pasa por alguna razón y todo llega, solo hay que saber esperar. 


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Desahogando mi almaWhere stories live. Discover now