Wrap Me With Your Love [Larry Stylinson]

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Parado frente al gran ventanal, admiraba el paisaje que le mostraba su jardín. El cielo gris, la brisa fresca que se escabullía por debajo de la ventana, las flores suavemente moviéndose a causa de esta, el agua en la piscina danzando con pequeñas ondas que se creaban en ella. El gusto del cálido té en su lengua y garganta se sentía casi reconfortante, como si recorriera su cuerpo entero para calmar el frío de la brisa que golpeaba en su piel. Sus rulos estaban despeinados y llevaba puesto nada más que una camiseta de mangas cortas con unos pijamas, pero los pies descalzos. Era temprano, muy temprano, tal vez las 6 o 7 de la mañana. En un día libre no estaría despierto a estas horas pero una vez que abrió los ojos media hora atrás, ya no pudo volver a dormir. Ni siquiera el calor corporal que lo abrazaba a su lado lo ayudó. Por lo tanto decidió bajar hasta la cocina y prepararse un té para calentar su cuerpo, realmente el día estaba frío. Razón por la cual no andaba simplemente en bóxers y tuvo que ponerse un poco de ropa. Escuchó pasos bajando la escalera, pero no se volteó a mirar, el paisaje frente a él era tan pacífico, casi atrapante. Bebió otro sorbo de su té, tranquilo. La brisa pasó por debajo de la ventana una vez más y llegó hasta su nariz, haciéndolo aspirar ese aroma a humedad que indicaba que más tarde comenzaría a llover. Cerró los ojos justo en el momento en que sentía unos fuertes brazos rodear su cintura y un pecho apegándose a su espalda.

Louis.

Sonrío y abrió los ojos, pero no volteó aún, solo bebió más de su té.

– Vuelve a la cama, tengo frío. – Su usual alto tono de voz ahora sonaba adormilado y rasposo. Harry terminó el resto de su bebida y dejó la taza en una pequeña mesa al lado de los ventanales que estaba adornada con un florero. Apoyó sus manos encima de las de Louis que estaban entrelazadas sobre su estómago y este siseó. – Están frías. – Pero no apartó las suyas, sin embargo. – No me quiero imaginar cómo estarán tus pies.

– Hmm. – Fue lo único que pronunció el menor. No le importaba estar frío, porque Louis se sentía tan calentito contra él. Tan cálido. Tal vez ahora sí podría dormir, solo si se acurrucaba contra Louis completamente, sin dejar un mínimo espacio entre ellos. Despacio se dio la vuelta entre los brazos del mayor y rio un poco al ver lo que llevaba puesto. – Eso te queda enorme.

Louis lo miró e hizo un pequeño puchero con sus labios. – Es cómodo y calentito. – Antes de que Harry respondiera, él lo abrazó y se acurrucó en su pecho, frotando su rostro en la tela de la remera de Harry, como si fuera un gatito. – Además, sabes que me gusta usar tu ropa.

Harry sonrió, apartando el flequillo castaño de su novio para besarlo suavemente en la frente. Dejó sus labios apoyados contra su piel, sin hacer presión, y comenzó a acariciar su cabello. La respiración de Louis era pausada, como si se estuviera quedando dormido allí mismo, parado, contra el pecho de Harry. Sin embargo, después de un momento Harry sintió que movía su cabeza y estiraba su cuello para besarlo en el mentón. Lo miró y esos ojos azules que tanto adoraba le sostuvieron la mirada hasta cerrarse cuando se inclinó para besarlo en los labios. Cuando se apartó, Harry sonrió.

– Apuesto a que yo entro contigo en ese suéter.

Louis rodó los ojos. – Deja de hablar tonterías y volvamos a la cama.

– ¿Quieres ver?

– No. Vamos. – Pero cuando se iba a apartar, Harry lo abrazó por la cintura, agachándose e intentando levantar el ruedo del suéter con su cabeza. No era tan fácil como pensó que sería. – Harry, ¿Qué haces? – Las manos de Louis comenzaron a empujar su cabeza para separarlo pero el menor empujaba también contra sus manos aun tratando de levantar la prenda. Cuando lo logró, le dio un mordisco juguetón en el estómago a Louis, haciéndolo reír y alejarse instintivamente. – ¡Harry! – Harry volvió a erguirse, y enseguida acercó nuevamente su cuerpo al del mayor, mirándolo con una sonrisa amplia que mostraba sus hoyuelos. – Idiota. – Dijo Louis, sonriendo.