Yoongi.

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Eran las cinco de la mañana y el despertador no dejaba de sonar, pero el chico que yacía en la cama parecía no escucharlo y seguía profundamente dormido.

—¡Min Yoongi! — gruñó su compañero de cuarto mientras entraba en la habitación del nombrado —Levántate de una vez, ya nos despertaste a todos— se quejó mientras lo movía para que despertara.

Yoongi por su parte gruñó en respuesta y tomó su sábana para escabullirse dentro de ella y bloquear de su vista cualquier presencia que pudieran lastimar sus desvelados ojos.

—¡Yoongi! — Volvió a quejarse el mayor mientras retiraba la sábana haciendo fruncir el ceño del chico de cabellos color menta.

—¿Qué demonios quieres Seokjin? ¡Déjame dormir, con un carajo! — Dijo mientras tallaba sus ojos.

—Tu despertador ha sonado por media hora, tú eres el que debería dejarnos dormir a nosotros—

—Bien, ya puedes irte, hyung— Dijo un poco más calmado a lo que el mayor obedeció y se fue a su cama.

Yoongi sabía que Jin no tenía la culpa después de todo, era simplemente que él había dormido apenas dos horas y se ponía muy gruñón al no dormir lo suficiente

Se estiró y se dispuso a salir de la cama de una vez por todas importándole muy poco el arreglarse el cabello o por lo menos quitarse el pijama antes de salir de la casa y subirse al auto.

Condujo hasta su pequeño estudio en la empresa y al llegar se apresuró a continuar con su trabajo de producir una canción.
Llevaba días trabajando en esa canción debido a que no tenía el resultado que él esperaba.

¿Sería que su mente maestra se había agotado? No, más bien él era el que estaba agotado.
Las responsabilidades en el grupo eran muchas y sumando a esto sus estudios universitarios en línea, era un cansancio devastador.
A pesar de esto, Yoongi se mantenía trabajando duro en ambas cosas, aunque eso le costara desaliento físico y mental.

Para cualquier joven de 24 años vivir bajo ese estrés sería la muerte, pero Yoongi le hallaba el lado positivo de una u otra forma, ya que era lo que le apasionaba. Eso sin contar la satisfacción que obtenía al saber que se superaba a sí mismo.

                              😼

Él estaba pegado a la pantalla de su computadora hasta que los golpes en la puerta de su estudio lo hicieron casi saltar de su asiento giratorio.
Yoongi se talló los ojos ligeramente enrojecidos que ardían y se levantó para abrir la puerta del estudio.

Cabe mencionar que el chico se sorprendió un poco al ver que quien tocaba la puerta era el pelinaranja con una bolsa de plástico en mano. ¿Qué hacía él en su estudio de madrugada?

—Jimin ¿qué haces aquí de madrugada?—

—¿Madrugada? Preguntó Jimin con una risita —Son las nueve de la mañana, hyung— Yoongi levantó las cejas en sorpresa. Se le había pasado el tiempo volando.

—Vaya...—

—Sí­—

—Amm lo siento, pasa— Se hizo a un lado y Jimin entró para luego sentarse en el pequeño sofá del estudio.

—Vine a traerte esto— Levantó la bolsa que cargaba en la mano y se la extendió al mayor. —No soy el mejor cocinero del mundo, pero te hice el desayuno porque sé que no has comido desde ayer en la mañana y bueno...—

Yoongi no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa ante semejante acto de Jimin. Él solía ser muy dulce y adorable al parecer de Yoongi, como un pequeño ángel tranquilo.

La verdad era que desde las audiciones Yoongi se había percatado de ese chico con mejillas regordetas que tenía voz preciosa y cautivadora.
Sorpresa que se llevó al ver que era trainee junto con él. Más grande la sorpresa que debutaría con él y, para terminar, ahora estaban en el mismo grupo y eran grandes amigos.

—Gracias, ¿comerás conmigo?— Preguntó Yoongi casi obviando la respuesta, pero obtuvo una respuesta negativa.

—No. Yo... Ya desayuné— Dijo y de inmediato cambió el tema mientras Yoongi sacaba el plato de la bolsa para empezar a comer. —Deberías tomar un descanso, hyung, los demás estamos preocupados por ti—

—No deben preocuparse, ya saben que cada semestre es lo mismo — Contestó Yoongi tratando de restar importancia y llevándose un bocado a la boca que saboreó agradecido.

—Sí, pero ahora es demasiado... Namjoon hyung nos comentó que estaba preocupado porque casi no duermes ni comes—

—Bueno, ahora tenemos más trabajo con el comeback, es por eso—

—Pues... Como sea debes descansar... Yo...— Dudó un poco, pero al final lo dijo —Si quisieras ayuda alguna vez en algo, puedes consultarme y espero poder ser útil— Le regaló una sonrisa sincera que Yoongi le contestó seguida de una caricia en el cabello.

A decir verdad, ese gesto por parte del menor lo animó un poco. Era necesario tener, aunque fuera un rayito de felicidad o por lo menos alguien que mostrara preocupación para que no callera tendido y harto de todo en la vida, y Jimin se lo había dado.

Posiblemente le duraría unas pocas horas, o posiblemente todo el día, pero lo que fuera bastaba para Yoongi.










Aaaammm la verdad no sé qué vaya a salir de esto xd espero que algo bueno...

¿Qué me has hecho, Park? (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora