One

1.2K 96 47
                                    

El pequeño niño jugaba con la flor que se había encontrado en el patio del colegio, sus manitos acariciaban con mucho cuidado los pétalos de aquella hasta que se rompió haciendo que el pequeño abultara su labio inferior provocando un llanto escandaloso.

—Oye niño, ¿podrías callarte?.—Dijo un niño pelinegro de su misma estatura pero más delgado y con la piel mucho más pálida que él.—Vine al patio a encontrar un poco de silencio para poder dormir un poco debajo de este árbol y escucho tus lloriqueos.

—Pero...pero...mi flor.—El pequeño sollozó.

—¿Qué?

—Y-yo me la encontré y se rompió, no sé porque si la estaba cuidando muy bien.—Más sollozos.

—Bien, te daré otra pero ya no llores.—El pelinegro se levanto y busco entre el pasto una flor. Detuvo su vista en una pequeña flor color violeta y la arranco.—Ten, ahora cuida bien de ella y no llores más.

—Esta bien.—Seco con su manga las lágrimas que habían en sus mejillas.

—De nada, cachetón.—El pálido revolvió el cabello del pequeño.

—Me llamo Park JiMin, tengo seis años y no soy un cachetón.—Dijo con el ceño fruncido.

—Soy Min YoonGi y tengo nueve años, cachetón.—Sonrió travieso.—Pero me gusta más que me digan Suga, tiene mas swag y por cierto...llámame hyung.

—Esta bien hyung.—Sonrió JiMin.

CINCO AÑOS DESPUÉS
JiMin a sus once años sufría de bullying ¿el secreto? nadie lo sabía, para todos seguía siendo el mismo niño alegre que todos conocían. Él realmente se sentía cansado. No había nadie quien lo protegiera, nadie. Pues YoonGi se había ido cuando JiMin había cumplido ocho años.

JiMin tenia miedo de que las clases terminaran...pues horas antes unos niños más grandes que él lo habían amenazado con golpearlo en la salida.

—Niños, se pueden retirar. Las clases han terminado por hoy.—La maestra ShinHye terminaba de guardar unos papeles en su bolsa.

—Maestra.—JiMin levanto la mano.

—¿Paso algo JiMin?.—Preguntó con una sonrisa.

—Yo...¿puedo quedarme más tiempo en el salón?

—Lo siento pequeño, ya es hora de que vayas a casa y si no lo haces probablemente tus padres se preocupen. Además...tengo que cerrar el salón.—Se disculpo la maestra ShinHye.

—La maestra tiene razón, JiMin.

¡Oh no! uno de sus abusadores había ido a buscarlo.

—¿Eres amigo de JiMin?.—La maestra miro atentamente al niño.

JiMin iba a negarlo pero la voz del mayor lo interrumpió.

—Sí, soy su amigo. JiMin es hora de irnos.—Sonrió el niño.—Vamonos, tienes que jugar conmigo y los demás.

—Y-yo...maestra.—Los manitos del niño temblaban.

—Entonces me iré.—La maestra salio del salón dejando a solo a JiMin con el otro niño.

Sad love •YoonMin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora