Sad love •YoonMin•

Two

JiMin entro a la cafetería donde se reunía con sus amigos. Esta vez sólo serian él y SeokJin. NamJoon tenia que realizar un proyecto para su empresa y YoonGi se había ido antes de que JiMin despertara.

—Al fin lle-...Dios, ¿qué fue lo qué te paso cariño?.—Preguntó Jin al ver a JiMin con unos lentes de sol y un cubrebocas.

—Yo...nada hyung, he atrapado un resfriado y el sol esta fuerte afuera.—Se sentó finalmente en la mesa que había apartado Jin.

—Uhm...no te creo.—Suspiró.—JiMin, esta nublado desde ayer y sé que te enfermas raras veces. Quitate los lentes.

—No hyung, esta bien.—JiMin bajo la mirada.

Jin se inclino y le arrebato los lentes y el cubre bocas a JiMin.

—Dime que no es lo que pienso. Joder JiMin dime que me equivoco.—Jin toco con cuidado las heridas del menor.

JiMin no respondió se quedo pensando en lo que le había dicho YoonGi en la noche.

Si te preguntan di que te caíste en el baño

—Me caí hyung...ya sabes, el piso del baño esta resbaloso y cuando quise salir del baño me resbale y caí de cara.—JiMin trataba de sonar seguro de sus palabras.

—Pequeño tú más que nadie sabe que YoonGi no me cae bien del todo. Sabes...aún recuerdo cuando hubo un malentendido entre nosotros.—Jin revoloteo los ojos.

—Lo sé hyung, pero él seria incapaz de hacerme daño. Porque nos amamos ¿Si?. Él no me hizo esto.—El menor agarro los lentes y el cubrebocas y se los volvió a poner.

Sí, YoonGi sería incapaz de hacerle daño. Por lo menos eso creyó hasta el día de ayer. Pero lo que si era cierto es que lo amaba. Amaba a YoonGi.

—Si es lo que dices. Cariño, sabes que si ese imbécil te hace daño yo po...—

—Hyung, basta.—Lo interrumpió JiMin.—Ya te dije que nos amamos y si lo que tengo lo hubiera hecho él te prometo que no se volverá a repetir pero por favor ¿podemos cambiar de tema y ordenar algo?.

Jin asintió rendido.

…

Esta vez YoonGi había llegado temprano a la casa, no seria de esa manera si la prostituta que había contratado no le hubiera cancelado. ¿Quién demonios se creía para cancelar al gran Min YoonGi? era solo una puta. Ya habrían más, pero estaba realmente molesto él había pagado mucho por ella.

JiMin cocinaba tranquilamente pero se detuvo cuando escucho la puerta abrirse.

—Que raro. YoonGi siempre llega tarde.— Se dijo JiMin a si mismo.

Apago el horno y rápidamente se fue a recibir a su marido.

—Amor...¿quieres comer?. Acabo de hacer un pastel de carne.—Preguntó el menor quitándose un mandil de un perrito con orejas grandes.

—No, no tengo apetito.—El mayor contesto irritado.

—Pruebalo. Lo hice especialmente para ti. —Sonrió JiMin haciendo sus hermosos ojos cerrarse.

—¡Que no!.—Grito YoonGi.—No me molestes ahora, no estoy de humor. Me acaban de cancelar una junta importante.

JiMin se sobresalto pero aún así tuvo el valor de acercarse a su esposo que parecía que en cualquier momento explotaría.