Siento que estás a mi lado y me abrazas. Aún estás aquí protegiéndome. Velas mis sueños y me cuidas en todo momento.
- Jjong... - susurré al verlo parado frente a mi escritorio revisando mis libros y él volteó a verme con esa brillante sonrisa que lo identifica.
Sus hermosos ojos oscuros me miraban con detenimiento, se cruzó de brazos mientras aún estaba analizándome, su sonrisa se desvaneció por un momento, y me preocupó eso. Pero antes de que pudiera decir algo, él ya estaba sonriendo de nuevo robándose toda mi atención.
- Dime que no es cierto, que todo ha sido un mal sueño.
Él soltó una pequeña risa, parecía más un suspiro.
- Esto es un sueño, pero... lo otro no. – lo miré y negué con la cabeza.
- Me niego a creerlo – él me sonrió. – No puedes... no puedes hacer esto – continué. –Por favor, ¿qué será de...? – callé de pronto y recordé todo lo que estaba pasando. – Tus fans... nosotros estamos destrozados. Algunos han... se han... - fui incapaz de terminar la oración, pero él entendía a lo que me refería. Suspiró y se sentó a mi lado. Tomó una gran bocanada de aire antes de comenzar a hablar.
- Yo tuve que irme. No pude – me miró. – Lo intenté; los amo, pero realmente no pude. Me odié por no poder con ello y ya no quise seguir viviendo con todo eso.
- Oh, Jjong. Lo lamento. Hubiese deseado que el tiempo volviera atrás y haber podido hacer algo.
- No te lamentes. No lo hagas. No cambiaría nada. Recuérdame por quién fui y por nuestros buenos momentos – acarició mi rostro y continuó. – Que yo haya tomado esta decisión, no quiere decir que yo quiera lo mismo para ustedes. Yo no pude alcanzar en vida lo que tanto buscaba. Felicidad. Pero ustedes, ustedes sí pueden. Aún pueden. Háganlo por mí. Alcanza la felicidad que yo no pude. Hazlo por mí. Yo sé que tú sí puedes.
- P-pero... no te quiero dejar ir... tú... tienes que regresar.
- ¿Me amas?
- Sí.
- Entonces déjame ir. Sí podrás – me guiñó.
- ¿Nos volveremos a ver? – pregunté tomándole de la mano.
- Claro que sí. Siempre estaré aquí.
- ¿Cómo? – inquirí.
- Seré lo que tú quieras. Un ángel, un ave, una estrella... siempre estaré a tu lado –aseveró. – Y cuando estés triste... escucha mi música. Sé que eso te ayudará. Cada vez que quieras escuchar mi voz, escucha los versos que compuse para ti. Lucha y vive. Hasta que algún día nos volvamos a reunir – depositó un tierno beso sobre mi cabeza y se levantó.
- ¿A dónde vas? – le pregunté al verlo alejarse de mí.
- Ya me tengo que ir.
- P-pero...
- Los amo – me miró. – Nos veremos pronto – se despidió. – Te amo.
Me desperté junto al canto de las aves, me desperté junto a la luz del amanecer que se intensificaba a medida que avanzaba el tiempo. Me desperté sintiendo consuelo en mi corazón. Había soñado con él, había hablado con él. Siempre estará presente en nuestras vidas y en algún momento nos volveremos a ver.
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HASTA SIEMPRE
RandomSiempre serás recordado por las los buenos momentos y hermosas canciones que nos dejaste. Lo hiciste muy bien, cariño.