.- Siempre intentamos ser felices y buscar un mejor destino, un signo prometedor, como aquella fortuna que prometen los cuentos de hadas, yo en cambio no la busco. Lo que busco es ser yo mismo, busco un ideal mayor, aquél que me lleve a la grandeza sin retardo; busco no la aceptación sino el rechazo, aunque da igual, pues vivimos en una realidad en la cual las personas no interesan sino el número y su cargo. Ese es el mundo real y vivo en ese mundo real, con problemas y sangre, muerte y destrucción. Ese es mi mundo, es hermoso a su modo como yo también lo soy y lo proyecto, pues como un reflejo del mundo soy, un caos interior, eso soy. No es que cuestione mi vida ni mis actos,pero, ¿quién soy?, soy un joven sin sueños, sin esperanzas ni anhelos; soy un joven con un futuro que se destruye a cada movimiento, con un pasado que se desmorona cada vez que le recuerda, con un presente que altera con cada acción en actividad, con cada palabra hablada, con cada sonido emitido. Mi nombre es un nombre que se pierde en los anaqueles del tiempo, mi apellido es tan fácil de pronunciar que ya debe estar en el olvido de mi mismo, pues ocupo un nombre antiguo y secreto. Les diré entonces cual es mi nombre y apellido : Humberto Pinto. Y esos son mi nombre y apellido. Y como mi apellido, destaco entre los demás, y por ello quiero ser reconocido, admirado, alabado, tanto por las luces del flash como el glamour del aplauso fácil, me gusta, me gusta hasta el hastío máximo, hasta el mismo cansancio y con ello me considero una persona cruel, una bestia en un cuerpo humano, cuesta entenderlo cuando me conoces, cuesta comprenderlo con mis expresiones y movimientos de pantomima, cuesta creerlo, pues solo soy yo, o lo que creo que soy yo, y me digo yo no soy buscador de la verdad, ni un salvador de la humanidad, solo soy yo y eso me basta. Hasta que cambio de interés, de buscar verdades y secretos, y me digo: NO VALE LA PENA SEGUIR. Solo hay que vivir el ahora, el hoy es muy tarde, solo dura un instante,pero permanece. He hecho en esta vida varias directrices que no me llevan a nada, y cuando me conducen, es siempre a la destrucción y al desánimo que creo imperan en mí, pero no son mios en realidad. Puedo ser alegre en ciertos momentos, aquel sentimiento para mí es como una mariposa, cuando quiero atraparla se escabulle y cuando lo hago lo transformo en una pieza de decoración y como todo lo que he tocado y he tenido lo destruyo. Me he dado cuenta en estos días que he intentado buscar las respuestas a todas mis interrogantes y he puesto mi arrojo, esta me ha favorecido concediéndome los mejores puestos que algún día desaparecerán pues no eran realmente para mí, ha concedido un tiempo de ocio en el cual todo se vuelve trémulo, pues lo que he consumido me vuelve alguien osado y no quiero que eso termine, pero todo tiene su termino, como también tiene su ciclo.
