Capitulo 25

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Capítulo #25

-Responde, qué haces aquí y mirando cosas que no son de tu incumbencia -Dijo Guillermo quitando de las manos el collar a _____-

-Solo limpiaba y se cayó esta caja -Dirigió _____ su mirada a la caja- ¿Te molesta?

-Son cosas privadas mías -Dijo Guillermo frío-

-Lo siento -Se disculpó _____ y recogió la caja con las fotos que habían caído al suelo y se la pasó a él- Toma -Éste recibió la caja- Era muy bonita tu novia –Detalló-

-Lo sé.

-Debió haber sido difícil para ti -Detallo _____ tiernamente-

-Lo fue -Respondió Guillermo frío, ella guardó silencio y suspiró- ¿Y tú?, ¿No has tenido novio? -Preguntó, _____ levantó su mirada y lo miró-

-No he encontrado al correcto –Respondió ______, se mordió el labio- Pero no estoy apurada para encontrarlo –Acotó-

-Que bueno -Dirigió Guillermo su mirada a todo el lugar- ¿Necesitas ayuda?

-Si tuviera a alguien que me ayudase, sería muy feliz -Sonrió _____ levemente- Pero no hay nadie -Dijo tomando la escoba-

-Si quieres te puedo ayudar –Acotó Guillermo-

¿Enserio había dicho eso?, Qué le estaba pasando, es bipolar o qué, minutos antes casi estaba golpeándome porque según él estaba mirando cosas que no debía mirar ni tocar ya ahora me salía con que me quería ayudar a hacer la limpieza de la azotea, realmente estaba sorprendida por su actitud…

-¿Hablas en serio?

-¿Crees que bromeo? -Dijo Guillermo  levantando una de sus cejas-

-Simplemente me sorprende, pero si no es mucho trabajo para ti –_____ pescó un paño y lo dejó en la mano de el- Bienvenido al trabajo -Aplicó y pescó la escoba para volver a barrer aquel lugar-

Estuvieron limpiando cada rincón del lugar, algunas veces intercambiaban miradas, o simplemente roces, ella jamás lo había visto trabajar de aquella forma, realmente ella se estaba dando cuenta de que Guillermo no era una mala persona, él quería ser amable pero no hallaba la forma de cómo serlo. Simplemente admiraba cómo él estaba tan concentrado cambiando de posición un mueble mientras ella limpiaba el piano, ahora admiraba aquel piano, desde pequeña estuvo en clases de aquel instrumento, pero lo dejó cuando tenía 16, los estudios y otros deberes la obligaron a dejarlo, dejar lo que más le gustaba hacer, lo miró por todas sus estructuras y estaba impecable, no sabía por qué lo tenían en ese lugar. 

No aguanto más y tocó una de sus teclas produciendo un sonido agudo y así haciendo sobre saltar Guillermo del susto.

-Lo siento -Se disculpó ella agachando su mirada hacía el piano-

-¿Te gusta?-Preguntó Guillermo-

-Es mi instrumento favorito.

-¿Y lo sabes tocar?

-Sí.

-¿Quieres...Tocarlo?

-¿Puedo? – _____ lo miró como pidiéndole permiso para hacerlo-

-Hazlo –Acotó Guillermo-

Ella obedeció y se sentó en la ahora limpia banca, acomodó su cabello hacía atrás, Guillermo solo la miraba, relajó sus dedos moviéndolos un poco, para luego apretar aquellas delicadas teclas y tocar una melodía.

Guillermo no entendía el por qué, pero sintió admiración hacía ella ante tal sonido que fue perfectamente hermoso, fue encantador para sus oídos.

-Tocas... Hermoso -Añadió Guillermo mirándola-

-¿Enserio?

-Yo no miento –Respondió Guillermo, se sentó en la banca junto con ella- Aun no entiendo el por qué pero... -Hizo una pausa- Pero ya no me caes mal -Articuló un poco nervioso-

-¿Te caía mal?

-Literalmente no eras de mi agrado -Ella sonrió, estaba adquiriendo confianza con Guillermo, le gustaba el hecho de que pudieran hablar como dos personas civilizadas y no como perro y gato pescándose por la orejas-

-Tú nunca me caíste mal, solo me irritaba tu forma de ser y tus negativas actitudes ante mí –Criticó _____-

Él la miró a los ojos, acto seguido por ella, realmente admiraban belleza mutuamente, el junto con ella se perdieron en sus miradas, ni pestañear podían, el veía inocencia, esfuerzo, humildad y pureza en su mirada, y ella veía todo lo que él había pasado en su vida, su mirada no demostraba felicidad alguna, sino una careta de hombre infeliz. 

Un impulso hizo que Guillermo se acercara más a ella, que sus rostros solo estén a una mínima distancia, la mirada de ____ se dirigió a los labios de él, aquellos labios con una hermosa forma de corazón, se veían completamente apetecibles, y con un improviso movimiento de él, capturó los labios de ella suavemente, delicadamente sus labios se movían, en un compás lento pero pasional.

Ninguno de los dos jamás habían imaginado estar de aquella forma, por una parte Guillermo la detestaba y por otra _____ no soportaba su actitud, pero a veces la vida da un cambio inesperado, y en ellos el cambio sí que era inesperado. 

Sus labios simplemente estaban hechos del uno para el otro, sus ojos cerrados, daban una escena hermosamente romántica, hasta que por falta de aire se separaron de aquel inmemorable y perfectamente beso.

Una Simple Empleada. (ADAPTADA) [Willyrex y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora