C a p i t u l o | 1 |

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* F L A S H B A C K *

-Vamos McKeyla.

-¿A donde vamos mami?-pregunto la niña de 5 años.

-Te llevare a mi trabajo.

-¿Por qué?

-Porque no puedo dejarte sola en casa.

-¿Por qué?

-Es peligroso...

-¿Y Maddy?

-En casa de la vecina, papá pasara por ella luego.

-¿Por qué papá no pasa luego por mi?

-Cariño... solo camina ¿quieres? Luego tendré el tiempo de responder todas tus preguntas.

La pequeña camino al paso de su madre como pudo, ella llevaba prisa, mucha prisa, en llegar al trabajo, en ese entonces McKeyla se pregunto... ¿Por qué su mamá trabajaba si era domingo? Su madre harta de esperar tomo a la pequeña en brazos y la llevo cargando, caminaba muy lento y ella no se estaba quedando sin tiempo. Una vez en la oficina la señora McAlister se coloco sus aparatos y comenzó con la operación.

-McKeyla, siéntate ahí y por favor no te muevas... ni toques nada-la pequeña solo asintió, intrigada por lo que hacia su madre pero no se animo a hacer preguntas-Aquí 'La Codorniz' hableme agente, cambio.

-Estoy en camino, la operación ya esta en marcha, cambio.

McKeyla comenzó a moverse en la silla fastidiada ya de estar en aquel lugar y sin tener cuidado de lo que hacia, se cayó. Se levanto y le llamo mucho la atención una luz azul que salia por debajo de una de las puertas del pasillo. La siguió con cautela procurando que nadie se percatara de su estadía ahí, principalmente, procurando que su madre no se enterara que e había movido de sitio.

McKeyla abrió la puerta y vio un montón de juguetes.

"Montón de juguetes" significaba armas letales y mortíferas, pero claro ella no media el peligro. Empezó a jugar en aquellos "juguetes" como si de muñecas se tratara. En un momento de descuido entraron al salo y vieron a la pequeña jugando con los armamentos. Pensando rápido uno de ellos siguió su camino y el otro con cautela se acercaba lentamente a la pequeña. Sin saber que ella era la hija de nada más y nada menos que 'La Codorniz' la tomaron de rehén y se la llevaron. La pequeña McAlister comenzó a chillar pero enseguida su captor ahogo sus gritos. En un intento desesperado por escapar McKeyla mordió la mano de aquel hombre quien dando gritos y la soltó. McKeyla corrió intentando recordar en que pasillo estaba la oficina de su madre. Al ver a un guardia de seguridad corrió hacía él y le contó lo sucedido.

-Quiero encontrar a mi madre. Por favor.

-¿Trabaja aquí?

-Así es-dijo ella desesperadamente.

-¿Cuál es su nombre?

-¿Ah?-en ese momento McKeyla se dio cuenta que no sabia cual era el nombre de su madre-no sé cual es.

-Linda, no podre ayudarte si no me dices algún dato de tu madre.

Entonces McKeyla recordó que la profesora en la escuela le había estado enseñando a escribir su nombre. Comenzó entonces a rayar la pared escribiendo su nombre y apellido.

-¿McAlister? No sé, déjame ver a quien pudo buscar, acompáñame.

El guardia la llevo por todas partes, de oficina en oficina, hasta que una de las mujeres como de la 5ta oficina que visitaron reconoció a la pequeña.

-¡Ella es la hija de la codorniz!

-¡Que que! ¡¿La codorniz tiene hija?!

-Dos hijas... Vamos nena te llevaremos con tu mami.

McKeyla sintió un gran alivio al oír aquello, al fin estaría a salvo de nuevo. Oyó algo detrás de ella y al girarse vio de nuevo a aquellos hombres entrando al salón de "juguetes". Entendió entonces la diferencia entre el bien y el mal y supo, después de haber recordado tantas películas de super héroes, que aquellos hombres, eran malos. Decidió entonces hacerse la heroína de la historia y perseguir a los tipos malos, luego tendría tiempo de encontrar a su madre. Entro en la sala con cuidado y tomo una arma que parecía una pistola.

-Alto ahí-dijo apuntando a uno d los hombres.

-¡Ella me mordió!-grito el otro.

-¡Silencio! pueden oírnos. Pequeña... piensas que puedes dispararnos. Adelante.

McKeyla se aterrorizo en ese momento, pero decidió no demostrarlo y apretó el gatillo del arma que soltó, no una bala, si no una especie de baba viscosa que los aprisiono contra la pared.

-Increíble-dijo asombrada-¡No más niñita tierna!-les grito a los malhechores prisioneros en la pared.

-¡McKeyla!-grito su madre entrando a la habitación.

-¡Mami!

-¿Que paso aquí?

-Son villanos...-dijo McKeyla-les dispare con esta cosa-dijo enseñando el arma.

-¡Donde la encontraste!

-Ahí.

-McKeyla pudiste haber estado en peligro... no lo hagas de nuevo.

-Bien hecho señorita McAlister-dijo un hombre mayor-te aseguro que estos "villanos" no seguirán molestando a nadie más.

Luego de eso dejaron a McKeyla en una habitación vacía, casi completamente. Le dieron lápiz y papel para que se distrajera mientras su madre tomaba una muy difícil decisión.

-Señorita McAlister... Bienvenida al Al NOV8.

* F I N   D E L   F L A S H B A C K *

McKeyla miraba su nombre escrito en a pared, con aquellas letras tan torcidas, recordó todo aquel momento loco que vivió cuando apenas era una niña de 5 y empezaba a disfrutar de su niñez.

-¿Por qué no conocíamos esa historia?-dijo Camryn.

-No sé-dijo McKeyla distraída aún mirando la escritura en la pared.

-Vale, sera mejor que nos vayamos a nuestras casas-dijo Ember.

-Así es-concordó Bryden.

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⏰ Last updated: Dec 21, 2017 ⏰

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