Capitulo unico

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Lo que él pensaba de esas fechas, claramente era muy distinto a lo que sus amigos pensaban.

No tenía nada de especial a sus ojos, simplemente era una medición del tiempo en el que vivían, no debía de ser tan esperado. A su parecer, la gente tampoco debía esperar precisamente a que un año nuevo llegara para tener propósitos que cumplir en mente.

Nino alegaba que era una gran oportunidad para enmendar errores y empezar de cero, él por su parte solo hizo una mueca divertida ante el pensamiento de este. Se moría de ganas de decirle que todo lo que el plantea podía hacerlo en cualquier momento del año ¿Pero quién era él para arruinar la ilusión de su amigo?

Por otra parte, Adrien parecía compartir puntos de vista con él. Su amigo era alguien que no esperaba para hacer las cosas, y no cabía duda que eso era un punto que los habia unido, pues se podría decir que era parecido a él en ese aspecto. Aunque, discrepaban en una cosa; Para Adrien esas fechas eran importantes, pues eran para compartir momentos con la familia.

El refunfuño ante el comentario del rubio cuando este lo soltó, con una mirada soñadora y con un suspiro seguido de sus palabras.

Y no aquello simplemente no era porque no amara a su familia, simplemente pasar tiempo con ellos era un terrible dolor de cabeza.

Después de todo, venia de una familia conservadora y con unos altos niveles de moral. Quienes en muchas ocasiones se repetían que habían hecho mal para tener dos hijos como ellos; Sí, tanto él como su hermana eran un tanto diferentes a ellos.

No habia duda, amaba a sus padres, pero algo en lo que coincidía con su hermana era que estar con ellos era sentir como si el hielo calara en sus huesos, siendo recriminados cada minuto por sus errores. Por eso prefería no frecuentarlos y aquellas fechas simplemente eran insufribles.

― Bien, creo que es hora de irme, me esperan en casa ― La voz de Adrien sonó dichosa mientras tomaba su abrigo, deslizándose sobre el sofá para poder erguirse, observando a sus dos amigos.

― Yo también, Alya me matará si llego después de las seis, debo ayudarle a preparar la cena ― Aquella confesión por parte de Nino hizo que ambos rieran ― Pasa una buena velada, Luka, saluda de mi parte a Juleka cuando la veas ― Agregó, tomando un último trago a su cerveza mientras levantaba su mano en señal de despedida.

― No te embriagues mucho, no estaremos para vigilarte ― Atino a decir Adrien mientras lo veía con un semblante serio, casi paternal.

Luka bufo, para después sonreír confiado.

― Me iré pronto a casa de mis padres, no se apuren ― Contestó, levantando una botella de cerveza a lo alto ― Salúdenme a sus señoras ― Finalizó, recibiendo unas sonrisas apenadas de sus amigos.

Y entonces, se quedó solo en punto de las seis de la tarde en aquel concurrido bar, donde a lo lejos podía ver cómo la gente se aglomeraba para conseguir una mesa.

Agradeció el bullicio combinado con la música a todo volumen del lugar, pues solo así podía mantener alejado los pensamientos que durante esas fechas lograban azotar a su mente.

Y sentimientos también, como la envidia.

No era alguien malo, pero durante esas fechas como envidiaba a sus amigos quienes podían pasar las fechas con armonía, mientras él tenía que soportar no ser lo esperado.

Se sintió como un niño pequeño, a pesar de ya haber llegado a la cuarta parte de lo que equivale un siglo, aquello era levemente doloroso.

Su cuerpo se quedó pegado al asiento, llenando su mente de todos los ruidos que le rodeaban mientras apaciguaba todo en su interior.

Car radio [Miraculous Ladybug Oneshot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora