Rebell

I

El reloj sigue su caminar mientras las ramas tocan sutilmente la ventana, la gotera del lavabo sincroniza con el tictac de la pared. La luz se cuela por la ventana y yo sigo dando vueltas en la cama, no puedo dormir, mis ojos se fijan en el techo donde comienzo a dibujar rostros, cuerpos, cosas.
Pum, pum, pum, se escucha en la pared. Ese ruido se acompaña de un grito ya nada nuevo para mi ¡dame más alex, dame duro papi! Eso pasa cuando vives en un edificio y se comparte paredes.
A pesar del sexo duro que tenia mi gentil vecina de 17 años, yo continuaba sin poder dormir, pero no por los suaves sonidos de la noche, sino por la idea de una persona...
Me levanto, llevo mis manos al rostro y mi mente me juega una broma trayendo ese recuerdo... Ella esta ahí, sentada mirando su celular sonriendo su cabello castaño se ondula y esa sonrisa que invita a comerla, interrumpe el recuerdo un sonido que no había escuchado antes
¡No alex, ya no! ¡Detente! Crahs ¡alex no, duele, ya no! Y el llanto penetra la pared.
Pero que carajo pasa, me incorporo rápidamente , salgo y voy al departamento de a lado. Hey Iza, todo bien. Golpeo varias veces hasta que la puerta se entre abre. No pasa nada, me percato que esta temblando y trata de esquivar, Iza que carajo pasa aquí, ya te dije que nada...interpongo mi pie antes que cierre la puerta y la abro, entrando de golpe y la veo que esta desnuda con un rostro de asustada, en su cuerpo se nota golpes y hay sangre en su boca... Una sensación se apodera de mi -¿quien te hizo esto? Salio del cuarto un hombre algo mayor, con su cara de superioridad.
¿Tu? No era cierto era el decano de la universidad donde comenzaba a trabajar, la rabia se convirtió en cólera y lo mire -eres un hijo de puta - le dije. El solo sonrió, no puedes hacer nada. Me volteé y mire a la chica, estaba en shock, temblaba mientras se abrazaba, su piel marcada en golpes y sus ojos llenos de lágrimas, a pesar de su estado se veía hermosa, nadie debía de maltratarle. Respire hondo cerrando los ojos, cuando el pendejo dijo, si ya te vas, tenemos algo pendiente. Al escuchar esto cerré mi puño y de la nada le di el mejor puñetazo que pude, la sangre comenzó a salpicar le había acertado en la nariz, cayo en el piso llevándose las manos del dolor que sentía al rostro, algo se apodero de mi y le proporcione otros golpes que lo dejaron semi inconsciente, lo tome y lo saque del departamento arrojándolo por las escaleras, se incorporo, -si dices algo yo también hablaré, regrese al departamento Iza quieres venir a la casa, le comente mientras trataba de levantarse del piso, me miro y pude ver ese cuerpo lastimado, pero a pesar de ello era hermoso y tentador...