A una fiera como el no se le debía de domar, sino darle atención, cariño, detalles. Quizá eso no cambie su fiereza pero al menos tú serás el única que se le pueda acercar, y eso ya es ganancia.
Conocí cada parte de el y he aprendido a descifrarlo , a comprender cada una de sus manías y amar todo aquello presente en el, a lo que tú le llamas defectos. Entonces a estas alturas bien podríamos escribirle al amor y agradecerle por haber llegado a nuestras vidas.