Target 01: Invasión a la Propiedad

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"Esta experiencia es algo que nunca había sentido... Mi cuerpo se siente totalmente paralizado, mi mente se siente muy confundida y mis pensamientos se nublan demasiado. Me hacen sentir algo que no soy, algo que no pienso, y sobretodo, siento que mis recuerdos se pierden cada vez que intento buscar alguna respuesta a esta extraña sensación. Esto solo me hace sentir miedo al querer buscarle sentido a todo, porque por más que lo intente, lo único que lograré es hundirme más en el olvido, hasta sentir un ominoso sentimiento de convertirme en algo que nunca quise ser". Esos fueron mis pensamientos el día 20 de diciembre del año 2056. Sin embargo, no resulto ser más que un sueño... Un sueño que no sabía si realmente se trataba de eso, de un sueño, o si era algo más profundo como una pesadilla que nunca se olvida.

Mi nombre es Mary "The Ghost" Kascabeth. Nací en el Área 39, en la ciudad de Bruelle Vaal.

Mary: Ahh... Otra vez un sueño como este.

Era normal en una mañana como esa, el despertarme y quedarme pensando sobre lo que acababa de soñar, sentía que no eran sueños comunes y corrientes, ni tampoco se trataban de simple producto de mi imaginación para confundirme, no... Sentía que era algo más complicado que eso. Al instante, me percaté de lo desordenado que estaba mi cama, pero le reste mucha importancia a ello al ver mi despertador, el cual parecía haber sonado al menos unas 3 veces sin siquiera haber logrado su propósito. El reloj marcaba las 2:25 de la tarde, por lo que decidí tomar una ducha rápidamente y prepararme para ir a trabajar.

Mi jefe probablemente estaría esperándome con algunos sermones y regaños de cortesía. Se suponía que llegara 1 hora antes de lo que pude, pero esto solo ocurre cuando tengo estos sueños tan peculiares, los cuales me gusta llamarles "Sueños de Deus", por más que no crea en su existencia.

Jeff: ¡Mary, maldita vaga infeliz! ¡Me haces perder tiempo y dinero con tus retrasos al trabajo! ¡Si tuviera por lo menos un billete de 50 dólares con cada vez que llegas tarde, no te tendría que reclamar nada, porque ya estaría forrándome en una piscina de dinero!

Jeff era el nombre del jefazo. Ese estúpido felino vejete que siempre gusta de llamarme vaga, lo cual no termina de agradarme, considerando el hecho de que no se trata de alguien realmente trabajador. Siempre esta tirado en el asiento de su oficina, disfrutando de sus horarios de descanso tan repentinos, tomando siestas hasta que alguien se atreviera a interrumpirle. Lo único que podría moverlo de su pestilente asiento, sería una pequeña moneda que encuentre tirada en el suelo.

Mary: Jeff, intenta entenderme, no puedo controlar algo como los Sueños de Deus. Son algo que vienen sin previo aviso, como tus interminables horas de dormir.

Es normal comunicarme de esa manera con él, un privilegio que ningún otro empleado de ningún trabajo es capaz de tener, pero todo tiene su precio, por lo que estaba preparada para otro de sus sermones sobre el dinero y las ganancias de la comisaria. Pero no fue así...

Jeff: ¿Otra vez el tema de los sueños? — Decía para luego suspirar — Simplemente dejemos ese tema para otro momento, quiero pedirte un pequeño favor, y quizás no tenga en cuenta tu retraso en el trabajo.

Mary: Quizás me retrase llegando, pero sabes bien lo buena que soy en mi trabajo, por lo que no tienes mucho de lo que quejarte.

Jeff: ¡Lo tengo! Cada penique que pueda llegar a mi bolsillo lo vale.

Mary: Si, si, la misma mierda de siempre... En fin, ¿Qué favor necesitas? Espero no se trate de algún préstamo.

Jeff: No se trata de eso, o al menos no ahora. Acaba de llegar un nuevo detective a la Comisaria Black Hawk, y necesito que le guíes un poco. Lo sé, lo sé, no es normal que un detective necesite de tanta ayuda para empezar su trabajo, pero este chico parece bastante... perdido en su mundo, y necesito que despiertes su potencial, suponiendo que haya alguno. Está en el comedor, se llama Roy.

Candy MurdererWhere stories live. Discover now