Este pequeño drabble esta dedicado a mi Kags
Te amo baka rey.
Gracias por darme el amor de estos dos.
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Hacía semanas que no habían tenido tiempo de verse, no era como que moría por ver al patético rey pero si tuviera que ser sincero consigo mismo podría decirse que le extrañaba, bueno solo un poco; claro que jamás lo diría en voz alta, o tal vez en esa ocasión solo por ser el cumpleaños del tonto rey lo diría.
Buscaba que podía regalarle, vamos no es alguien particularmente romántico como tampoco lo es Kageyama entonces que puede hacer, seguro que ese tonto se conforma con unas rodilleras nuevas pero eso no sería nada especial y aunque no lo admitiera quería que lo que él le regalare fuera especial.
Cocinaré para mi novio ya que es su cumpleaños, dijo una chica a su costado hablando con su amiga, eso es cursi pensó el rubio pero luego de dar vueltas tomó un libro cuyo título era "Las Mejores Maneras de Cocinar Curry" sabía por las veces en que su novio babeaba cuando iban a comer curry que su favorito era el de cerdo y si tenía un huevo encima era aún mejor, así que lo intentaría; ¿Qué tan difícil puede ser cocinar curry?
Utensilios en mano se dispuso a cocinar o al menos a intentar siguiendo la receta del libro. Tsukishima Kei es una persona inteligente, buen estratega es capaz de seguir perfectamente las instrucciones de un libro pero al parecer la cocina no es lo suyo, vamos podía armar toda una maqueta de algún fósil pero por alguna razón los vegetales no sabían tan bien, el arroz se le había pasado y el cerdo bueno se supone debía estar bien cocinado aunque puede que esté más oscuro que lo normal.
Si observaba su elaboración lo único que tenía buena forma y color era el huevo, derrotado ocultó su intento de curry, pidiendo pizza pues en unos minutos el rey llegaría.
─ Ya estoy en casa ─musito Kageyama mientras se despojaba de sus zapatos.
─ Bienvenido rey, pedí pizza ─no quería mostrarle el rostro pues estaba realmente avergonzado pero no podía no saludarle después de todo era su novio─ Feliz cumpleaños ─mascullo entre dientes extendiendo al azabache un pequeño envoltorio.
Kageyama lo recibió sintiéndose realmente feliz, al abrirlo pudo tomar entre sus dedos un pequeño llavero que tenía un cuervo con lentes y pilinchos rubios, cuando levantó la vista pudo ver ese sonrojo que solo a veces esbozaba Tsukishima, entonces no dudó y le abrazo fuerte besando los labios del rubio.
─ Baka rey, no empieces aun no cenamos ─empujó apenas aunque la verdad era que le gustaban mucho los abrazos de Kageyama─ Vienen en par, yo tengo el otro ─soltó mostrando su juego de llaves de donde colgaba la pareja del cuervo, pero este tenía los pilinchos negros y ojos azules llevando entre sus manitas un balón de vóley.
La pizza llegó y ambos cenaron tranquilamente contándose que fue el día de cada uno. Kageyama se levantó en busca de un refresco mientras que Tsukishima atendía una llamada.
─ ¿Qué es esto? ─inquirió el azabache al hallar el plato con el intento fallido de curry.
─ Eso... no... yo ─chasqueo la lengua, no podía mentir─ intenté cocinar pero fue un desastre ─espeto esta vez con las mejillas cual tomates.
Antes de decir algo más ya tenía las manos de Tobio despojándole de sus prendas.
─ Ey baka rey que...
Su intento de refutación fue acallado por la lengua osada del azabache que hurgaba en su cavidad bucal buscando la suya para enredarse en caricias desenfrenadas; las inquietas manos de Kageyama jugaban con sus pezones y el rubio no podía evitar soltar suspiros y gemidos que eran sellados en los belfos de su novio; enredados sobre la alfombra Kageyama tomaba el mejor regalo que pudiera tener entre las piernas de Tsukishima, embestía una y otra vez sintiendo como nada era suficiente cuando le hacia el amor al rubio.
Una manta cubría el cuerpo de Tsukishima quien había caído rendido, Kageyama le observaba detallando con sus dedos la piel nívea del torso del rubio sintiéndose el hombre más feliz del universo por poder pasar un año más al lado de ese saltiboy, se colocó la camiseta y palillos en manos devoró el curry que le preparó el rubio.
─ ¿En serio lo comiste? ─la voz adormilada de Tsukishima sonó a su espalda.
─ Lo hiciste para mí, así que sí ─musito tranquilo comiendo el último bocado de curry─ puedo comer cualquier cosa.
Tsukishima solo negó como si estuviera fastidiado pero la verdad era que estaba feliz así que una pequeña sonrisa de esas que solo le brindaba a Tobio afloró en sus labios; se levantó del suelo enredando la manta en su cuerpo para ir hasta la nevera en busca del pastel que había comprado para Kageyama, el mismo tenía forma de balón.
─ Feliz cumpleaños tonto rey, te amo.
Un beso, un poco de pastel y otra ronda en la alfombra, y el mejor de los cumpleaños para Kageyama.
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¡Feliz cumpleaños Kageyama!
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El Cumpleaños del Rey
Short StorySiempre quieres hacer algo especial para tu amor en el día de su cumpleaños, pero el plan de Tsukishima puede que no resulte tan bien como lo planeo.