No le digas a nadie

Prólogo

Cada escalón pisado le mandaba un escalofrío a todo su cuerpo de emoción tal vez, ansiedad ó de alivio al sus pulmones ser llenados con aire fresco, el oxígeno perdido al darle un gran ataque de pánico en el avion, aún su miedo a las alturas la atormentaba y su nerviosismo había incrementado. El pensar vivir un largo tiempo en un nuevo país, tiempo restante para iniciar una universidad prestigiosa, cómo lo es la "Kenedid university" donde se han graduado la mayoria de las personas más exitosas, le ponía los nervios de punta.

Era la primera vez que sintió él pánico tan fuerte en toda su vida. Se decidió por alejar los pensamientos pesimistas para controlar sus nervios y evitar tener otro ataque que la pusiera más en ridículo. Caminó hacia la sala de espera con pasos pausados, su fuerte agarre en la maleta provocaba dolor en sus articulaciones. Escuchaba a las personas que se encontraban en él mismo vuelo que ella, sus miradas penetrante le causaban algo de pavor, se susurraban los unos a los otros, los niños se burlaban de ella imitándola en su ataque de pánico.

Rodo los ojos restándole importancia y salió del aeropuerto buscando un taxi que la llevará a tan esperado destino, sin embargo no había ni uno sólo, tal vez otros pasajeros ya los habían abordado todos.

El frío viento, las nubes cubriendo él sol y el sonido que producía haciendo eco le daba un aspecto un tanto tétrico, si no fuera por las pocas personas que andaban de un lugar a otro en el estacionamiento, si ellos no estubieran podria afirmar que se encontraba en un escenario de una película de terror que tanto le encantaba.

Sintió el frío en su piel así que se volvió adentrar en sala de espera, se sentó en una silla desocupada y colocó sus auriculares, puso en reproducción "Don't cry de Guns N' roses". Mientras ella tarareaba la canción miraba a la gente abordar los aviones é irse del aeropuerto, ella aún seguía esperando un taxi que parecía no haber. Cerró los ojos tratando descansar un poco ya qué en el avión no pudo conciliar ni un poco el sueño, previamente se acomodó un poco en la silla para caer en los brazos de morfeo.

<3

-Señorita disculpe -sintió una suave sacudida en su hombro despertándole al instante - Él aeropuerto ya va a cerrar son las 3 de la mañana y abriremos a las 7 de la mañana - le sonrió amablemente - Se durmió y no quisimos despertarle se veía realmente cansada - dijo la azafata tendiéndole una mano ayudando a levantarse.

- Perdoné -dijo sonrojada por la vergüenza - Yo solo me puse a escuchar música y cerré los ojos.

-Tranquila - la azafata miró la pantalla de su celular -A esta hora ya no hay taxis ¿Te gustaría que te lleve?.

- No gracias - dijo por alguna extraña razón -Vivo cerca me iré caminando -mintió - Es más ya han de estar tan preocupados por mi.

-Oye espe...- gritó la azafata pero ya no logró escuchar lo demás porque salió corriendo del aeropuerto.

Luego de estar unos metros lejos del aeropuerto comenzó a caminar despacio y en alerta para poder encontrar un hotel donde pasar la noche.
Las calles tan solitarias, sin ninguna persona andando, la una iluminación eran los carteles de negocios encendidos, la neblina opacaba la vista y él silencio aumento su anciedad. Aceleró un poco el paso, sus botas hacían eco con la acera provocando el único sonido. Por él largo tiempo caminando sus talones dolían obligándola a sentarse para descansar un poco y seguir con el paso. Sacó sus botas dejando a la vista los moretones cerca de sus dedos, ya no recordaba el tiempo que debió haber caminado y no quería sacar el celular para revisar por miedo a que la asaltaran si sacaba su preciada pertenencia. Metió las botas a su maleta, y sacó unos tenis qué le darían mas comodidad y movilidad, se levantó de la banqueta y sacudió su vestido por atras para quitar el polvo que probablemente tenía.

"Maldita sea por que no le hice caso a esa señora"- pensó.

Observo el callejón de la esquina por impulso, un hombre salió con lo que era probablemente un maniquí. Aquél misterioso sujeto tenía puesta una sudareda blanca con el gorro cubriendo su cara junto a la sombra que proyectaba.

Tragó saliva y se quedó estática, tal vez era un violador, un narcotraficante, un drogadicto ó podría ser un secuestrador, sintió un pequeño escalofrío desdé su columna vertebral. Apartó la vista y metió su mano en el bolsillo derecho de su pantalón donde se encontraba la pequeña navaja para su auto defensa.

- Qué hace una niña estas horas? - Dijo una voz gruesa y con tono de burla -Tu mamá no te dijo que es peligroso salir de noche espacialmente en esta cuidad.. - la risa sarcástica la dejó en shock.

Fueron 5 minutos de un silencio mortal, uno donde los pasos del chico retumbaba en la acera, cómo si quisiera provocarle más miedo que sentía en ese momento.

- No hablas he?...- volvió a reír - Dime pequeña a donde vas?

- A un hotel señor - dijo la chica volteando su cara, cerrando fuertemente sus ojos y contestando firme.

- Vas por él rumbo equivocado- dijo él chico misterioso - Estas en él área solitaria de la cuidad - él sujeto saco un cigarro y lo prendió con él encendedor -En la área peligrosa de la ciudad...

Abrió los ojos y giro su rostro encontrándose frente a frente a ese misterioso chico que tenía la cara cubierta, a excepción de su boca y sus ojos por una máscara negra. Él chico le sonrió burlonamente, dio una calada a su cigarro, suspiro y le arrojó el humo en el rostro provocado que la chica tos. Se dispuso a caminar para alejarse del humo que le hacía tanto daño, pero sintió una mano jalar su brazo provocándole caer en el pecho de aquel misterioso chico, él sujeto le tomó fuertemente la barbilla obligándole a mirar sus ojos grises, su mirada tan penetrante hizo a sus piernas flaquear aferró de él.

- No le digas a nadie - dijo él extraño sujetando sus brazos enterró sus uñas en ambas muñecas de la delicada piel - Nadie debe saber que me viste - soltó la mano derecha de la chica y sujetó su cuchillo- El secreto te mantendrá con vida...

Pasó él cuchillo por el brazo de la chica, bajó de la palma suavemente hasta él codo donde lo enterró más profundamente, provocándole un ardor horrible la soltó y la avento sin delicadeza alguna, daba suaves gimoteos provocados por el fuerte golpe en su espalda y el corte profundo. Él sujeto se sintio frustrado por lo poco que habia logrado y se alejó corriendo.

La chica se levantó y camino despacio volteando a mirar a todos lo lados comprobando que no la siguiera aquél extraño chico, se acercó a él maniquí por curiosidad y pudo comprobar que no era lo qué creía, era un cadáver, de una chica con múltiples puñaladas. Ahogó un gritó y salió corriendo de ahí.

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Esto es solo un borrador, tengo planeado corregirlo y sólo lu publiqué para ver si les agradó la idea.

Disculpen las faltas de ortografía.

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sinaii_guerrero