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Estábamos pasando un gran día con los chicos caminando y jugando en el parque de diversiones hasta que Noah pateó a un señor disfrazado de conejo y nos corrieron.
– Eso fue genial– Hablé
– Si hasta que Noah tuvo un ataque de pascua– Dijo Finn y todos contuvieron la risa
– Oye, no es mi culpa, ese conejo se veía sospechoso
– No era un conejo ¿sabes?– Caleb habló
– Claro que era un conejo
– Era una persona
– Si claro y Santa no existe– Noah rodó los ojos y se burló
– De hecho...– Lea le tapó la boca a Caleb y fingió una sonrisa
– Bueno, yo creo que hay irnos– Millie hizo una seña rara a los chicos y Lea la siguió
– ¿Por que?– Cuestionó Gaten
– Gaten, nos vamos, ahora
– Oh claro vamos– Al parecer entendió la referencia
– ¿Y vamos a dejar a Finn y Alissa?
– Noah solo camina
– ¿Por que todos me miran así?–Noah los miro confundidos y luego sonrio– Ohhhhh, no entiendo la verdad
– Solo vamos– Millie lo tomo del brazo y comenzaron a alejarse
– Adiós chicos– Dijo a los lejos Caleb
– Entonces, ahora qué quieres hacer
– Podemos jugar en la nieve
– Finn, ¿te pasa algo?, no hay nieve literalmente esto está más seco que un desierto
– No, pero hay un montón de hojas por allá– Señaló la montaña de hojas secas que había pasando la calle y yo sonreí
Hicimos un desastre, corríamos tirando hojas como si fuéramos niños de cinco años, incluso Finn empujó a una señora por tratar de atraparme.
Extrañaba eso, hablar y estar con él, y no solo como un amigo, cuando todo era perfecto y nuestra relación era la causa de muchos comas de azúcar; y no me había dado de cuenta que estaba parada en medio de las hojas mirándolo y me veía ridícula, hasta que Finn se acerco demasiado a mi, nuestras caras estaban a centímetros hasta que.
– ¡Oigan! Saben el desastre que hicieron, me tomo toda la tarde recoger la hojas– Un hombre robusto con barba nos grito
– Oh, lo sentimos, no sabíamos que usted las había recogido
– No entiendo porque tanto alboroto si son solo hojas– Halo Finn y le di un leve golpe en el brazo
– Bueno pues ahora ustedes van a recoger este desastre
– Claro, lo haremos, solo tenemos que– Tome la mano de Finn y di pasos hacia atrás– CORRER
Corrimos aún escuchando como el hombre nos llamaba y nos alejamos lo suficiente para dar un respiro.
– Lo siento, pero no quería el resto del día recogiendo hojas
– Bueno pues yo pasaría todo el día contigo recogiendo hojas si lo necesitas– Hablo el y ambos sonreímos para luego caminar, sin previo aviso tome a Finn de la mano y ví como esbozaba una discreta sonrisa.
