Una Vida Con Dean [IMAGINAS]

Sorpresa Navideña

*ANTES*

Diciembre:

Te encontrabas nerviosa, dando vueltas una y otra vez por el pequeño cuarto de baño, de vez en vez te observabas sobre el pequeño espejo sobre el lava manos, aun no podías creer lo que aquel pequeño aparato sobre tus manos decía.

Sentías el aire faltarte, no sabias si se trataba de felicidad o preocupación, todo había comenzado esta mañana cuando, después de una par de día de decidía te habías atrevido a comprobar de una vez por todas tus sospechas, No era normal que de unos días atrás comenzases cada mañana con nauseas matutinas, Dean insistía en que debías dejar que Cass te revisase, tu por otra parte te negabas, Dean lucia preocupado cada que se tocaba el tema, por esa misma razón aprovechando que te encontrabas sola en el bunker, Sammy y Dean habían salido por el almuerzo esta mañana, simplemente no pudiste mas, no lo dudaste dos veces y corriste al baño cerraste la puerta con pestillo y decidiste hacer la prueba.

Y ahora ahí estabas, al punto de las lágrimas observando con alegría aquel pequeño aparato, que confirmaba tus sospechas, estabas embarazada y ese bebé era del hombre más maravilloso del mundo.

Dean Winchester.

Con poco más de dos años de relación, sin formalizar mucho más que con el estilo de vida del cazador y las cosas que sucedían, parecía una vida entera, ahora esperabas un pequeño bebé, una pequeña vida que crecía dentro de ti, mitad tu, mitad el.

Tomando asiento sobre el filo de la bañera, un pesado suspiro salió de tus labios, como se suponía que le dirías a Dean, nunca habían tocado el tema de una familia, a excepción de el tema de Lisa, Dean te lo había contado todo, hasta el hecho de dejarlas ir para que estuviesen a salvo. Y la verdad es que si eras honesta nunca lo habías pesado en ello de igual manera y sabias la razón, conocías, ambos conocían lo dura que era la vida del cazador, no había cabida para familia y niños. ¿Cómo se suponía que enfrentarían aquello? ni siquiera sabias si el estaría feliz con la noticia o siquiera como reaccionaria.

No pudiendo evitarlo un par de lagrimas, recorrieron tu rostro, sabiendo, Sollozaste únicamente acompañada por el silencio de la habitación, que no duraría mucho, puesto que pronto escuchaste el llamado a la puerta.

— _____, Ya regresamos, el desayuno esta listo! — Aviso Dean al otro lado de la puerta.

De inmediato intentaste limpiar tus lágrimas, e intentaste responder más un pequeño nudo en tu garganta lo impidió, cosa que solo hizo a Dean preocuparse y llamar por nueva cuenta a la puerta.

—Linda, ¿está todo en orden? — esta vez hablo un tanto más preocupado, sabias la sonrisa en su rostro se había desvanecido para plantar un ya muy acostumbrado seño fruncido.

—...— Quisiste responder mas, no sabias como hacerlo.

Escuchaste el pomo de la puerta, moverse en un intento de abrirla, fue entonces que supiste que, no serviría de nada ocultar las cosas, no querías ocultarle esto. Por lo que tomando firmemente la prueba, inhalaste profundamente y estiraste el brazo para quitar el seguro de la puerta y viste a Dean, quien pudo observar tus brillantes pupilas, que sabía era producto de llanto, que de inmediato forma inmediata entro y se arrodillo frente tuyo preocupado.

— _____, Linda ¿qué sucede? — interrogo colocando su mano sobre tu rodilla, de forma tranquilizadora.

Después de negar levemente con la cabeza, entregaste el pequeño aparato mientras te observaba con aquellos Jades orbes.

—Dean....—

La sorpresa en su rostro no se hizo esperar, lo simplemente, le envolviste en brazos necesitando aquel contacto más que nada, y entonces el hipar de tu llanto volvió, quisiste decir algo, pero no sabias exactamente que, un alivio recorrió tu cuerpo al sentir a los brazos de Dean envolver su cuerpo de forma protectora, fue entonces que le escuchaste hablar.

—Gracias...— susurro sobre tu hombre, a lo rápidamente respondiste, queriendo saber a lo que se refería.

— ¿De qué? — susúrrate apenas audible.

—Por todo, porque me has hecho el hombre más feliz de la tierra,yo... Voy a ser papá...— claramente pudiste imaginar aquella risueña sonrisa, al escuchar aquello.

Rápidamente, te separaste, y de igual manera con una sonrisa sobre tu rostro, no esperando aquellas palabras de él.

—Pero...Dean, nosotros, la caza, esta vida...— intentaste expresar tu preocupación.

—Shh, está bien, escucha, lo solucionaremos juntos_____, se mejor que nadie lo dura que es esta vida, no hay algo para una familia, sabes, pero Papá lo hizo de alguna forma, educarnos a mí y a Sam, entonces nosotros estaremos bien, lo solucionaremos en la marcha , lo solucionare, te lo prometo... —

Fue entonces que el gruñir de tu estomago estremeció el silencio en la sala, a lo que hizo a Dean sonreír.

—Vamos linda, quita esa cara de cachorro triste y vamos a Almorzar que ahora tienes que hacerlo por dos y no dejare que te descuides— advirtió caminado a la puerta.

— Adelántate si, yo tengo que lavarme y en un momento los alcanzare.

Dean dudo un segundo ante aquello mas, con una sonrisa traviesa, dio media vuelta y salió del cuarto dejante sola, lavaste tu rostro y comprobaste que cualquier rastro de llanto se había esfumado.

Observaste tu reflejo y no pudiste evitar sonreír al escuchar a Dean Gritar por el pasillo

—¡Sammy...¡Voy a ser Papá! —

La sonrisa en tu rostro se ensancho y una vez más reíste ante las acciones del rubio, dejando de lado aquel preocupante momento que por el que habías pasado, hora lo sabías, no importaba lo que sucediese, de aquí en adelante ambos, encontrarían la forma de seguir y salir adelante con esto.

Después de todo, quizá la navidad había llegado antes de lo esperado.