Siempre tuve la sensación de que estaba a punto de perder algo, vivía atemorizada de que mis seres amados murieran sin que tuviera la oportunidad de hacer o decir algo. Un día, de vuelta de la Universidad decidí hablar con una mujer que tiraba el tarot. Ella me tranquilizó diciendo que en mi futuro no se ven tragedias fatales, pero dijo algo que me inquietó:
- A veces, nuestros miedos actuales son producto de algo que ocurrió en nuestras vidas pasadas, temes perder algo porque quizas si perdiste algo en tu anterior vida.- A lo que pregunté:
- ¿Que puedo hacer para controlar esto? De verdad le temo a la muerte de mi familia y mis amigos.
- Nadie puede controlar la muerte y lo sabes, solo podemos aprovechar al máximo cada día con ellos y nunca temas decirles cuanto los amas.
En varias ocasiones volví a visitar a esta tarotista, ella podía ver no solo el futuro, si no vestigios del pasado que explicaban mucho de mi forma de ser, esto le daba sentido a lo que vivía, según ella, me vi involucrada en una guerra terrible, donde demonios acababan con todo ser vivo, la guerra fue larga pero salí con vida de ello...pero sólo yo sobreviví, esa guerra me quitó todo lo que amaba y es una pena que traje a esta vida. No puedo cambiar lo que pasó antes, pero decidí aprovechar cada momento con mi familia, con mis amigos, decirles cuan importantes son para mi, atesorar cada segundo que pase con ellos. Pero una de las personas que más amaba representaba un especial desafío. Eren. Ese muchacho de cabello castaño y ojos intensos que día a día tenia una nueva forma de sorprenderme. Es extraño que él sea la excepción a mi propia regla, no he podido ser del todo sincera con él. Nos conocimos en un taller deportivo cuando teníamos 8 años y siempre ha sido igual, alegre, pero algo impulsivo, bondadoso, pero algo terco, preocupado de los demás, pero libre como las aves. Conozco cada pulgada de su personalidad, pero nunca logré comprender porque vive tan acelerado, corre para todos lados, siempre tiene cosas que hacer, siempre siento que se aleja de mi pero de inmediato vuelve, nunca se va realmente, solo temo perderle. Temo perderle y quizás eso mismo me detiene de ser sincera con mis sentimientos, tengo miedo que no los comparta y se aleje de mí. Paso todo el tiempo que puedo a su lado, cuando enferma, siempre me tiene ahí, cuando pelea con alguien, siempre me uno a su lucha, cuando se ha caído, siempre lo he levantado. Actualmente estamos en diferentes universidades y en periodo de exámenes no tenemos mucho tiempo para pasar juntos, Armin y yo estamos en la misma universidad, pero Eren decidió perseguir su sueño y entrar a la Universidad de artes que está al otro lado de la ciudad. Un día decidimos tomar una tarde de descanso de tanto estudio y coordinamos los tres en un centro comercial, con Armin decidimos irnos juntos a para encontrar a Eren, Armin es muy hablador pero es brillante, tiene muy buenas calificaciones y ama profundamente su carrera, no para de hablar de todo lo que ha aprendido en medicina. Estábamos a una calle de llegar al centro comercial cuando Eren nos visualiza desde la otra esquina, con su mano alzada y su sonrisa brillante nos saludaba y nosotros a él, pero como siempre, Eren se emocionó demasiado y corrió hacia nosotros cruzando la calle con luz roja, la escena se volvió lenta porque no podía creer lo que estaba pasando, solo reaccioné cuando escuché que el auto que estaba a punto de atropellar a Eren intentaba frenar, mis piernas se movieron solas solo recuerdo que salte de inmediato hacia donde él estaba, pero fui descuidada y no vi que venía un auto hacia mi, lo demás no lo recuerdo.
Estaba todo oscuro y escuchaba maquinas de hospital sonando, me sentía mareada y poco a poco fui sintiendo mi cuerpo, dolía mucho, no podía mover el cuello, uno de mis brazos estaba paralizado y mi otro brazo estaba siendo acariciado por alguien. De pronto, la imagen de Eren a punto de ser atropellado volvió como una pesadilla y recordé todo, me desperté desorientada y quise incorporarme sin saber a donde ir, pero el dolor me detuvo, mire mi cuerpo que no respondía bien y escuchaba que alguien trataba de calmarme, mi brazo derecho estaba roto y probablemente mi cuello y cabeza estuvieron a punto de hacerlo, pero necesitaba ir donde estaba Eren y cuando mire hacia mi derecha ahí estaba él. Con cara de preocupación, pero sin ninguna herida aparente.
- ¿Eren, estas bien?
- Mikasa, estoy bien, eres tu quien está herida, cálmate
- Pero te vi, te iban a atropellar y yo...yo no recuerdo qué pasó con claridad
- No me sucedió nada, el auto alcanzó a frenar, pero el auto que venía de tu lado no frenó a tiempo y te mandó lejos...fue horrible- bajó su cabeza ocultando su mirada
- Yo no...pero tú...Eren yo pensé que...- Me detuve al ver que Eren no era capaz de mirarme y parecía estar temblando, en ese momento noté que tenía mi mano tomada entre sus dos manos- ¿Estas bien? - El seguía sin responder y no dejaba de temblar, llevó mi mano a sus labios y apenas besó mi mano sus lágrimas comenzaron a caer. He visto llorar a Eren millones de veces, pero nunca había sido la causante de sus lágrimas.
- Pensé que ibas a morir...cuando vi que no reaccionabas y que sangrabas por todos lados pensé que te perdería para siempre y yo...fue mi culpa-lo interrumpí
- No digas eso, no tienes culpa de nada
- ¡Claro que la tengo! Es mi culpa, nunca mido las consecuencias de mis actos y no me importa si eso me afecta a mi, pero cuando te vi...cuando creí que tu...me siento muy mal...- Culpa, eso era lo que él sentía o eso creí que sentía hasta que dijo - Me siento mal de solo imaginar que algo malo te pase...nunca comprendí lo frágil que es la vida hasta que te vi en esta cama de hospital, el imaginar que te pierdo es un dolor que nunca había sentido...Tengo miedo de perderte...- rompió en llanto sosteniendo mi mano cerca de su cara y yo no podía creer lo que estaba diciendo, él tenía el mismo temor que yo, "Perdernos el uno al otro"- Mikasa... yo te amo, por favor, no me dejes...nunca.- Traté de levantar su rostro para que mirara mis ojos y pudiera comprender bien mis palabras.
- Eren...yo crucé hacia ti porque no me importaba nada más que tú, porque no concibo la vida sin ti, no importa lo que pase, siempre estaré a tu lado, te lo prometía antes y te lo prometo ahora- En ese momento tuve la extraña sensación de que ya había hecho esa promesa, de que ya habíamos estado juntos en una situación similar.
- Mikasa, no importa a donde vaya, mi corazón siempre ha estado contigo y pase lo que pase, siempre será así, debemos seguir luchando...vamos a ser libres...- poco a poco dejaba de escuchar la voz de Eren y mi visión se iba volviendo negra, por alguna extraña razón, desaparecía...
Desperté en medio de un caos, gritos, disparos, ruidos como pisadas movían toda la tierra, habían titanes muy cerca, lo sabía, me dolía la cabeza y estaba mareada, confundida por aquellas imágenes sin sentido que vi mientras estuve desmayada, al recordarlo, me paré como pude para buscar a Eren, no había caído muy lejos de mi, estaba herido sangraba mucho, traté de mover su cuerpo para ver sus heridas, él se despertó, se estaban regenerando gracias a su poder de titan cambiante.
- Tranquila, estoy bien, debemos continuar, aun no me moriré, me queda un poco de tiempo- decía mientras se incorporaba, debido al golpe seguía un poco débil y casi pierde el equilibrio y yo rápidamente lo sostuve...antes de soltarlo solo pude decirle una cosa:
- Y no importa cuanto tiempo quede, siempre estaré a tu lado, en esta vida o en la otra.- lo vi alejarse corriendo y como siempre, yo fui tras de él.
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"Hay amor en otra vida " One-Shot
Lãng mạnOneShot Eremika, personajes tomados del Manga Shingeki No Kyojin de Hajime Isayama. Another Universe (AU) ********* Debido a una situación muy extraña, Mikasa comprende que Eren y ella están destinados a estar juntos, hoy y siempre.