Caronte decide empezar su camino, hasta su sitio en el quinto círculo del infierno, el de la ira y la pereza,donde el alma del chico está destinada a pasar el resto de sus días, encenagada en la pantanosa laguna Estigia. Todas las almas son rabiosos y se despedazan a mordiscos. El encargado de termina el viaje fue Flegias. Cuando el alma el del chico vagaba sin rumbo en el fondo de la laguna vio la cara de la chica que le gusta, vio su mano acercarse, se agarró y para cuando quiso darse cuenta estaba a su lado y le estaba abrazando, el chico estaba muy confundido, no entendía como su alma pérdida podía estar ahora con la chica que le gusta como podía haber salido del infierno tan sólo con ver a la chica, pero se alegró, se alegró de poder seguir viéndola, se alegró de poder verla sonreír una vez más, de poder pasar más momentos con ella.