Prologo

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Cuando eres chico sientes que el tiempo se pasa volando.

Pero aquí no es así.

Todos los días tenemos que ir al campo de guerra para probar que merecemos cama y alimento.

Nosotros no vemos la televisión, no jugamos con cochesitos ni mucho menos vamos al parque. Aquí uno tiene que aprender a cuidarse solo. Nadie por aquí a querido venir pero no tuvimos opción, las circunstancias así lo pidieron.

Y ahí lo tienes, niños de cinco, seis o siete años luchando contra alguien que desconocemos, lo único que se ve es solo a los chicos asustados, corriendo en todas direcciones disparando a diestra y siniestra, viendo si le aciertan al objetivo seleccionado.

Cada día se seleccionan nuevos integrantes a la perdida causa y cada día miles de niños mueren tratando de salir de ese campo de tortura.

Nadie sabe por que nos eligieron a nosotros, o que objetivo tiene usar niños en una batalla que claramente no podemos combatir.

Todos estamos aterrorizados.

Los que tenemos la suerte de salir con vida de ese infierno no queremos seguir mas.

No queremos estar el resto de la vida estar luchando contra algo que no podemos ver.

Preferimos morir en el campo de batalla que ver cada ves el final de muchos de nuestros amigos.

ExtinciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora